El aeropuerto de la isla española de La Palma volvió a cerrar hoy por la ceniza que arroja un volcán que lleva casi tres semanas en erupción.
Los científicos dicen que el curso de la erupción es impredecible. En los últimos días se ha estabilizado, pero el volcán ubicado en la isla del archipiélago de Canarias sigue arrojando lava, y 16 sismos de más de 3.5 de magnitud remecieron la zona en las últimas 24 horas, según el Instituto Geográfico Nacional.
La lava obligó a evacuar a más de 6,000 personas y ha destruido más de 600 viviendas. La nube de ceniza ya causó el cierre temporal del aeropuerto de La Palma el mes pasado.
Las autoridades dijeron que la colada de roca fundida procedente del cráter fluye directamente al mar por el llamado tubo de lava, formado por la arrojada antes. Esto ha aliviado los temores de que pudiese propagarse más y agravar los daños.
El Instituto de Investigación de Geociencias de Alemania, que envió un equipo a La Palma, dijo que el río de lava tiene 6,300 metros (6,900 yardas) de largo, más de 1,000 metros (1,100 yardas) de amplitud en su punto más ancho, y hasta 25 metros (82 pies) de grosor.
Según Thomas Walter, investigador del centro, la situación sigue siendo tensa e impredecible.
«Es demasiado pronto para decir (…) cómo va a evolucionar esta erupción», afirmó en un comunicado».
Las prontas evacuaciones evitaron que la erupción causara víctimas mortales, y la mayor parte de la isla, de 85,000 habitantes, no está afectada.
El archipiélago volcánico de Islas Canarias está al noroeste de la costa de África.