Un tribunal alemán juzgaba desde el jueves a un hombre de 100 años acusado de ser cómplice de asesinato por servir como guardia de las SS nazis en el campo de concentración de Sachsenhausen, cerca de Berlín, durante la Segunda Guerra Mundial.
El proceso, en el que al acusado se le imputan 3.518 cargos de cómplice de asesinato, se celebra en la corte estatal de Neuruppin, que lo trasladó a un pabellón deportivo de una cárcel en Brandenburgo por cuestiones organizativas.
La corte no relevó el nombre del sospechoso, quien supuestamente trabajó en el campo de Sachsenhausen entre 1942 y 1945 como miembro alistado del ala paramilitar del Partido Nazi.
Las autoridades sostienen que, a pesar de su avanzada edad, el acusado está en condiciones de ser juzgado, aunque el número de horas que duren las vistas diarias podría limitarse.
Más de 200.000 personas estuvieron retenidas en Sachsenhausen entre 1936 y 1945. Decenas de miles de presos fallecieron de hambre o enfermedades, por trabajos forzados u otras causas, asó como por experimentos médicos y por las operaciones sistemáticas de exterminio de las SS con balaceras, ahorcamientos y el uso de la cámara de gas.
El número exacto de muertos varía, con estimaciones de hasta 100.000 personas, aunque los académicos sugieren que sería más preciso hablar de entre 40.000 y 50.000 fallecidos.
El juicio comienza una semana después de los problemas en la primera sesión de otro procedimiento contra una supuesta colaboradora.
La exsecretaria del comandante de las SS en el campo de Stutthof, de 96 años, no se presentó en el primer día de su juicio en la corte estatal de Itzehoe, en el norte de Alemania. Fue localizada horas después y está previsto que el proceso se reanude el 19 de octubre.