El presidente colombiano Iván Duque anunció ayer la creación de un comando especial militar que funcionará en Norte de Santander, departamento fronterizo con Venezuela, que tendrá la misión de aumentar el control territorial y combatir el crimen organizado.
El Comando Específico de Norte de Santander (CENOR) fue activado durante una ceremonia militar en la ciudad fronteriza de Cúcuta en la que el mandatario dejó a cargo al brigadier general Fabio Caro Cancelado.
«Tiene usted no solamente la confianza necesaria, sino también la orden suficiente para que en este territorio podamos doblegar las amenazas del narcotráfico y del terrorismo; para que aumentemos a profundidad el control territorial», indicó Duque.
El comando estará integrado por 14 mil militares de diferentes batallones del Ejército, hará acciones conjuntas con la Policía y recibirá apoyo de la Armada Nacional y de la Fuerza Aérea Colombiana.
El presidente Duque aseguró que también se busca reforzar la «inteligencia humana» con el pago de recompensas y la Red de Participación Cívica, en la que representantes de la sociedad civil suministran información a la Policía para prevenir y controlar los delitos.
En la frontera con Venezuela confluyen varias organizaciones criminales que buscan controlar el paso de contrabando, narcotráfico y migrantes. Allí se encuentran el Ejército de Liberación Nacional (ELN), última guerrilla activa en Colombia; una facción disidente de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC); el Ejército Popular de Liberación o Los Pelusos y la banda trasnacional El Tren de Aragua.
El nuevo comando tiene el propósito de desmantelar las organizaciones criminales que afectan a Colombia y «se refugian en Venezuela para desarrollar actividades de narcotráfico», dijo el ministro de Defensa, Diego Molano, el martes en una declaración oficial. El gobierno de Nicolás Maduro ha negado tal protección a grupos al margen de la ley y cualquier vinculación con delitos asociados al narcotráfico.
La relación entre Colombia y Venezuela es tensa y los dos países tuvieron sus fronteras cerradas. Mientras la frontera del lado colombiano abrió desde junio de este año, Venezuela inició el martes el proceso de reapertura comercial, después de retirar contenedores que obstaculizaban el tránsito en los puentes internacionales.