La Guardia Costera de Estados Unidos recibió el primer reporte acerca de un posible derrame de petróleo ante la costa sur de California más de 12 horas antes de que una empresa informase de una importante fuga en su oleoducto y se iniciaran las labores de limpieza, según muestran los registros.
Los reportes del vertido revisados ayer por The Associated Press plantean dudas sobre la respuesta de la Guardia Costera a uno de los derrames de crudo más grandes en la historia reciente del estado, además de la rapidez con la que Amplify Energy, la empresa que opera tres plataformas en la costa y el oleoducto, reconoció que tenía un problema y avisó a las autoridades.
El Centro de Respuesta Nacional, que está operado por la Guardia Costera y notifica a otras agencias de desastres para una respuesta rápida, recibió dos tempranos llamados alertando de la situación. El primero fue un barco anclado que advirtió una mancha sobre el agua y el segundo, seis horas más tarde, de una agencia federal que señaló que se había detectado una posible mancha de petróleo en imágenes satelitales, según los reportes de la Oficina de Servicios de Emergencia de California.
El derrame arrojó hasta 572.807 litros (126.000 galones) de crudo pesado al océano ante Huntington Beach y después se esparció por kilómetros (millas) de playa y una marisma protegida. Las playas podrían permanecer cerradas durante semanas, o más tiempo, un importante revés para la economía local. Las zonas de pesca en la costa están cerradas para uso comercial o recreativo.
El gobernador de California, Gavin Newsom, declaró el estado de emergencia en el condado de Orange, y ordenó a las agencias estatales «que lleven a cabo acciones inmediatas y agresivas para limpiar y mitigar los efectos» del vertido.
Los expertos dicen que es demasiado pronto para determinar su impacto total sobre el medio ambiente, pero apuntaron que por el momento el número de animales afectados hallados es mínimo.
Los investigadores están revisando si el ancla de un barco pudo haber chocado con el conducto sobre el lecho oceánico, apuntaron funcionarios de la Guardia Costera el lunes.
El director general de Amplify Energy, Martyn Willsher, dijo que buzos de la empresa estaban inspeccionando la zona de la supuesta fuga reportada el sábado y para el martes esperaba tener una imagen más clara de lo que causó el daño. Según Willsher, el golpe del ancla de un carguero es «una de las distintas posibilidades» detrás de la filtración.
Los buques mercantes que entran a los puertos de Los Ángeles y Long Beach suelen pasar por la zona del incidente. Las demoras que han afectado a los puertos en los últimos meses han obligado a varias docenas de grandes embarcaciones a fondear regularmente en esa área mientras esperaban turno para entrar a puerto y descargar.
«Estamos investigando si podría haber sido el ancla de un barco, pero ahora mismo estamos en la fase de evaluación», dijo la teniente comandante de la Guardia Costera Jeannie Shaye.
Según Shaye, la Guardia Costera no fue notificada del desastre hasta el sábado en la mañana, aunque los reportes muestran que su línea de atención telefónica para vertidos peligrosos recibió el primer aviso de la posible fuga el viernes en la noche.
La empresa que opera el oleoducto avisó al centro de respuesta de los guardacostas por primera vez a las 08:55 de la mañana del sábado. Sin embargo, el reporte decía que el incidente ocurrió a las 02:30 de la madrugada.
Tanto las autoridades federales como las locales exigen que los vertidos se reporten rápido. El incumplimiento de este requisito derivó en procesamientos contra Plains All American Pipeline, que causó un derrame costero cerca de Santa Barbara en 2015, y contra Southern California Gas Co. por una explosión en un pozo más tarde ese año.