El rey Abdalá II de Jordania negó cualquier mala práctica en sus compras multimillonarias de viviendas de lujo en el extranjero, y afirmó que había motivos de seguridad para mantener la discreción en las operaciones y que no se habían empleado fondos públicos.
Pero en un indicio de que el Palacio Real estaba preocupado por las noticias, los medios jordanos, muchos de los cuales están controlados de forma directa o indirecta por la corona, no mencionaron el tema. Incluso los medios independientes jordanos se autocensuran y evitan criticar al rey, la familia real y las fuerzas de seguridad.
Un reporte del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación publicado ayer revelaba que cientos de líderes mundiales, políticos poderosos, multimillonarios, famosos, líderes religiosos y narcotraficantes han ocultado sus inversiones en mansiones, propiedades exclusivas en playas, yates y otros activos durante los últimos 25 años.
El hallazgo se basaba en una revisión de casi 12 millones de archivos obtenidos a partir de 14 firmas distintas en todo el mundo, según el consorcio. Se le está dando el apodo de «Papeles de Pandora» porque los hallazgos arrojan luz sobre los acuerdos previamente ocultos de la élite y los corruptos, y de cómo han utilizado cuentas en el extranjero para proteger activos que en conjunto valen billones de dólares.
Por ejemplo, la investigación determinó que varios asesores ayudaron al rey de Jordania a crear al menos tres decenas de empresas fachada entre 1995 y 2017 que ayudaron al monarca a comprar 14 viviendas por valor de más 106 millones de dólares en Estados Unidos y Gran Bretaña. Una de ellas era una propiedad en California con vistas al mar comprada en 2017 a través de una empresa de las Islas Vírgenes Británicas. Los asesores fueron identificados como un contable inglés afincado en Suiza y abogados en las Islas Vírgenes Británicas.
Abdalá negó que hubiera nada poco ético en las adquisiciones y dijo que la seguridad le forzaba a mantener la discreción en las transacciones. Las propiedades, dijo, se utilizaban a menudo con fines oficiales y no se emplearon fondos públicos para adquirirlas a través de transacciones en otros países.
«Estas propiedades no se publicitan por motivos de privacidad y seguridad, y no por secretismo o un intento de esconderlas, como han afirmado estos reportes», señaló el comunicado real. «Las medidas para mantener la privacidad son cruciales para un jefe de Estado de la posición de su majestad».
El comunicado describió el reporte sobre sus propiedades como una «flagrante brecha de seguridad y una amenaza para la seguridad de su majestad y su familia».
Jordania es un importante aliado occidental, considerada como una voz de moderación y estabilidad en una región volátil. Pero su economía ha tenido problemas en las dos décadas de reinado de Abdalá y hace poco se vio afectada por la llegada de cientos de miles de refugiados de la vecina Siria, así como por la crisis del coronavirus. Jordania ha recibido miles de millones de dólares en ayuda internacional a lo largo de los años para ayudar a estabilizar su economía.
Los nuevos detalles eran una fuente de bochorno para Abdalá, cuyo gobierno se vio envuelto en un escándalo este año cuando su medio hermano, el expríncipe heredero Hamzah, acusó al «sistema gobernante» de corrupción e incompetencia. El rey afirmó ser víctima de una «trama maliciosa», puso a su medio hermano bajo arresto domiciliario y llevó a juicio a dos exasesores cercanos.
Hamzah sólo ha aparecido en público en una ocasión desde que estalló el escándalo en abril y sigue aislado bajo la «protección» del rey.
El nuevo reporte también podría afectar a las relaciones de Jordania con la comunidad de donantes internacionales que han asistido a su gobierno.
El Banco Mundial anunció este año un paquete de 1.100 millones de dólares en préstamos y ayudas para ayudar a Jordania en su respuesta a la pandemia del coronavirus. La crisis de salud ha impulsado el desempleo hasta aproximadamente el 25%, según cifras oficiales.
Amer Sabeileh, analista jordano independiente, dijo que el reporte del domingo no era favorable al rey, dadas las dificultades económicas en el país y los problemas de imagen del gobierno tras el escándalo de Hamzah.
«Llega en un momento máximo de frustración de la gente, y el gobierno sufre una grave falta de credibilidad en todo el sistema político», señaló.
Sin embargo, Labib Kamhawi, otro analista, dijo que era demasiado pronto para sacar conclusiones sobre daño en el largo plazo para el rey.
«Pero el hecho de que el gobierno haga todo lo que pueda para bloquear cualquier flujo de información a Jordania supone que se toman este tema en serio», apuntó.