Personal militar británico empezó hoy a repartir combustible a las estaciones de servicio después de que la falta de camioneros afectara al suministro durante más de una semana, lo que provocó largas filas en las gasolineras mientras conductores ansiosos trataban de llenar sus depósitos.
Unos 200 militares fueron desplegados hoy para asistir a los repartos tras recibir una instrucción en depósitos comerciales de combustible la semana pasada, indicó el gobierno.
A Gran Bretaña le faltan decenas de miles de conductores debido a una suma de factores como la pandemia del coronavirus, una fuerza de trabajo envejecida y un éxodo de trabajadores extranjeros tras la salida británica de la Unión Europea. El problema ha contribuido a que se vean estantes vacíos en los supermercados y surtidores clausurados de gasolina.
«Los conductores del Ejército han salido», dijo el jefe del Tesoro, Rishi Sunak, a LBC Radio. «La situación lleva mejorando desde hace, creo, más de una semana, cada día las estadísticas eran mejores, y conforme la demanda vuelve a niveles más normales, la expectativa mayoritaria es que las cosas se resuelvan por sí mismas (…) La gente debe saber qué hacemos todo lo que podemos».
Aunque el gobierno dijo que los problemas de suministro estaban remitiendo, minoristas de combustible seguían reportando desabastecimiento en algunos puntos.
Gordon Balmer, director ejecutivo de la Asociación de Minoristas de Combustible, dijo que el problema era especialmente grave en Londres y el sureste de Inglaterra, donde el 22% de los miembros del grupo seguían sin combustible. La asociación representa a unos 5.500 vendedores independientes de todo el país.
«Algunos de nuestros integrantes nos dicen que llevan varios días sin combustibles, algunos más de una semana ya», dijo Balmer a Sky News.