Una tabla de madera con la bandera puertorriqueña en el muelle de la laguna de Condado, donde se han registrado varios apagones en los últimos días. Foto La Hora/AP/Carlos Giusti.

Ningún huracán ha impactado Puerto Rico este año, pero cientos de miles de personas en la isla sienten que están viviendo los estragos causados por una gran tormenta: los estudiantes hacen la tarea a la luz de los teléfonos que poco a poco se quedan sin batería, la gente que depende de la insulina o de terapias respiratorias está teniendo problemas para encontrar fuentes de energía y los ancianos están huyendo de residencias sofocantes en medio de temperaturas récord.

Los apagones en toda la isla han sido más frecuentes en las últimas semanas, y algunos de ellos han durado varios días. Las autoridades los han atribuido a cualquier cosa: algas y hasta fallas mecánicas, mientras que el gobierno señala que la situación es un fallo garrafal que debe solucionarse rápidamente.

Los apagones diarios están provocando atascos de tránsito, descomponiendo electrodomésticos costosos, obligando a los médicos a cancelar citas, causando que los restaurantes, centros comerciales y escuelas cierren temporalmente e incluso hicieron que una universidad suspendiera las clases y otra declarara una moratoria para los exámenes.

«Esto aquí es un infierno», dijo Iris Santiago, de 48 años y quien padece problemas de salud crónicos y que a menudo se sale de su casa para unirse a sus vecinos de edad avanzada cuando se va la luz en su edificio de apartamentos y el calor alcanza los 32 grados Celsius (90 grados Fahrenheit).

«Como cualquier puertorriqueño vivo en una ansiedad constante porque se está yendo la electricidad todos los días», comentó. «No todo el mundo tiene familia donde pueda correr y meterse en una casa con planta» de luz.

Recientemente, Santiago estuvo tres días sin electricidad y tuvo que tirar los huevos, el pollo y la leche que se echaron a perder en su refrigerador. Dijo que las sobrecargas eléctricas causaron daños por un valor de cientos de dólares a su aire acondicionado y a su refrigerador.

La Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico, que es responsable de la generación de electricidad, y Luma, una compañía privada que se encarga de la transmisión y distribución de electricidad, han señalado que se debe a las fallas mecánicas en varias plantas que involucran componentes como calderas y condensadores. En un incidente reciente, las algas obstruyeron los filtros y una tubería estrecha.

Luma también ha implementado apagones selectivos en las últimas semanas que han afectado a la mayoría de sus 1.5 millones de clientes, señalando que la demanda está superando el suministro.

La compañía se hizo cargo de la transmisión y distribución en junio. El gobernador de Puerto Rico dijo que la compañía había prometido reducir las interrupciones del servicio a un 30% y la duración de los apagones en un 40%.

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