Por primera vez en más de seis meses, Japón no tenía medidas de emergencia contra el coronavirus hoy mientras empieza a aliviar gradualmente las restricciones para ayudar a reactivar una economía sacudida por la pandemia a medida que bajan los contagios.
En la concurrida estación de tren de Shinagawa, en Tokio, un mar de pasajeros con mascarilla se apuraba para llegar a sus puestos de trabajo a pesar de la cercanía de un tifón. Para algunos era su primer día de trabajo presencial tras meses de teletrabajo.
Las medidas de emergencia, que afectaban a más de la mitad del país, incluyendo Tokio, terminaron el jueves luego de una caída continuada en el número de infecciones en las últimas semanas, lo que contribuyó a rebajar la presión sobre el sistema de salud nipón.
El primer ministro, Yoshihide Suga, dio las gracias a la población por su paciencia y pidió que se cumplan las medidas básicas contra el virus.
«Una vez más, pido su cooperación para que podamos volver a nuestra rutina sintiéndonos seguros», afirmó.
El final del estado de emergencia fue también un nuevo comienzo para algunos.
Akifumi Sugihara, un oficinista de 46 años dijo que regresó a la estación de tren por primera vez en casi un año. «He estado trabajando desde casa durante más de un año, y vine a la oficina en Tokio porque (el estado de emergencia) se levantó hoy», explicó. «Realmente ha pasado mucho tiempo. Siento que es un nuevo comienzo».
Japón está ansioso por ampliar la actividad social y económica mientras equilibra la necesidad de prevenir otra ola de contagios a medida que el clima se enfría. Según las autoridades, el gobierno necesita más tiempo para levantar más centros temporales para tratar el COVID-19 y avanzar en la vacunación para prepararse ante posibles rebrotes.
La cifra de total de nuevas infecciones diarias cayó por debajo de las 1.600 el miércoles, menos de una décima parte de las cerca de 25.000 registradas en el peor momento de la crisis sanitaria a mediados de agosto. Los expertos atribuyen el descenso al aumento de la vacunación y a que la gente respeta cada vez más las medidas tras la alarma por el colapso del sistema de salud durante el verano.
Más del 59% de la población ha completado ya la pauta de vacunación. Desde el inicio de la pandemia, el país ha registrado alrededor de 1,69 millones de casos y 17.641 decesos por COVID-19.