El líder de China, Xi Jinping, participó hoy en un homenaje solemne a quienes murieron luchando por establecer el gobierno del Partido Comunista, mientras lidera una campaña nacional para reforzar el patriotismo y la autoridad del partido único.
En su visita al Monumento a los Héroes del Pueblo, en el centro de la Plaza de Tiananmen, Xi y los otros seis miembros del poderoso Comité Permanente del Politburó de la formación encabezaron a veteranos y líderes gubernamentales y militares, mientras una banda militar amenizaba el acto.
Xi, quien dirige el partido y preside la nación, no hizo declaraciones. Está previsto que el primer ministro, Li Keqiang, pronuncie un discurso en una recepción el jueves en la noche.
La ceremonia por el Día de los Mártires destaca el énfasis que pone Xi en las tradiciones comunistas tras situarse como el líder más poderoso del país desde Mao Zedong, quien fundó la República Popular en 1949 luego de tomar el poder en una sangrienta guerra civil. La ceremonia de este año sigue a los actos por el centenario de la fundación del partido en 1921.
Mientras construye un culto a la personalidad, Xi ha promovido un firme enfoque en política exterior y una ofensiva contra la libertad de expresión y la oposición política en la ciudad semiautónoma de Hong Kong. Las relaciones con Estados Unidos cayeron a su peor momento en décadas, y Beijing lanzó una serie de quejas en asuntos que van desde los derechos humanos al apoyo de Washington a Taiwán.
La Plaza de Tiananmen y las calles próximas estaban cerradas para el acto del jueves, que comenzó con fanfarria de trompetas, la interpretación del himno nacional y un minuto de silencio.
El Día de los Mártires se conmemora en la víspera del Día Nacional de China, que da comienzo a unas vacaciones de 10 días.