Las autoridades alemanas buscaban hoy a la exsecretaria del comandante de las SS en el campo de concentración de Stutthof, de 96 años, que no se presentó en la primera sesión de un juicio en Alemania por más de 11.000 cargos de cómplice de asesinato.
La mujer salió de la casa donde vive en un taxi el jueves por la mañana y se dirigió a una estación de metro a las afueras de la ciudad de Hamburgo, reportó la agencia noticiosa dpa citando a Frederike Milhoffer, vocera de la corte estatal de Itzehoe. Se desconoce su destino.
El juez presidente del tribunal, Dominik Gross, dijo que las autoridades judiciales emitieron una orden de arresto y que está por ver si pueden capturarla.
La fiscalía alega que la mujer formó parte del aparato que ayudó al funcionamiento del campo nazi durante la Segunda Guerra Mundial, hace más de 75 años.
En un comunicado previo al inicio del juicio, el tribunal señaló que la sospechosa presuntamente «ayudó y fue cómplice de los responsables del campo en el asesinato sistemático de los encarcelados allí entre junio de 1943 y abril de 1945 en su función como taquígrafa y mecanógrafa en la oficina del comandante del campo».
A pesar de su avanzada edad, la mujer alemana será juzgada en una corte de menores porque en el momento de los supuestos delitos tenía menos de 21 años. La acusada ha sido identificada por los medios alemanes como Irmgard Furchner.
Efraim Zuroff, principal cazador de nazis de la oficina del Centro Simon Wiesenthal en Jerusalén, dijo que la acusada había alegado en una carta reciente al tribunal que estaba demasiado débil para comparecer ante la corte.
«Aparentemente, ese no es exactamente el caso», dijo.
«Si está lo suficientemente sana como para huir, está lo suficientemente sana como para ser encarcelada», afirmó Zuroff a The Associated Press, añadiendo que su fuga «debería afectar también a la pena».
El caso contra Furchner se basará los precedentes establecidos por los casos juzgados en el país en la última década en los que cualquiera que ayudó al funcionamiento de los campos nazis puede ser enjuiciado como cómplice de los asesinatos cometidos en ellos, aunque no haya evidencia de su participación en un delito concreto.
Un abogado de la acusada declaró a la revista Der Spiegel que el juicio se centrará en si la mujer tenía conocimiento de las atrocidades que ocurrían en el campo.
Según reportes, la acusada fue interrogada como testigo en juicios nazis previos en los que declaró que el excomandante de las SS en Stutthof, Paul Werner Hoppe, le dictaba cartas y mensajes de radio a diario. Pese a esto, Furchner sostuvo que no estaban al tanto de los asesinatos que se cometían en el campo mientras ella trabajó allí, dijo la agencia noticiosa alemana dpa.
En otro caso separado, un hombre de 100 años será juzgado la próxima semana en Brandenburgo por haber servido supuestamente como guarda de las SS en un campo de concentración a las afueras de Berlín durante la Segunda Guerra Mundial.
El hombre, cuya identidad no se ha relevado en cumplimiento con las leyes de privacidad alemanas, está acusado de 3.518 cargos de cómplice de asesinato. El sospechoso habría trabajado en el campo de Sachsenhausen entre 1942 y 1945 como miembro alistado en el ala paramilitar del Partido Nazi.