Una comisión de diputados aprobó ayer un proyecto de ley para que los chilenos giren por cuarta vez el 10% por ciento de sus fondos de pensiones que, de ser aprobado por el Congreso, provocará un aumento de la inflación y de las tasas de interés al aumentar la liquidez que existe en el mercado local.
Con ocho votos a favor y cuatro en contra, la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados aprobó en detalle el proyecto que permitiría a unos 10 millones de chilenos sacar de sus fondos entre 1.289 y 5.650 dólares, según el monto que tengan ahorrado.
La iniciativa, presentada por la oposición de centroizquierda, debe ser votada el martes 28 por el pleno de diputados. Si es aprobada, será tramitada por el Senado en una fecha por definir.
A diferencia de los tres retiros anteriores cuya aprobación era esperada, en esta ocasión los resultados son inciertos porque la economía chilena inició su reactivación, se han recuperado cerca de 1,2 de los dos millones de empleos perdidos en 2020 y unos 16 millones de personas recibe un bono mensual de emergencia.
Para que la iniciativa prospere en la Cámara se necesitan 3/5 (93) de los votos porque se trata de una reforma constitucional. La oposición tiene 84 sufragios y el oficialismo 71. En el Senado la centroizquierda cuenta con 24 votos y la centroderecha con 19.
Millones de chilenos esperan recibir efectivo una vez más y estarán atentos a la votación de sus legisladores en un año electoral que incluye la renovación en noviembre de los 155 diputados –más de la mitad van a la reelección– y de la mitad de los 43 senadores.
Los tres giros previos, apoyados por decenas de oficialistas, permitieron sacar unos 50.000 millones de dólares de los 200.000 millones que administraban las privadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). A los millonarios giros, que inundaron con liquidez el mercado local, se sumaron más de 35.000 millones de dólares en ayudas sociales del gobierno para enfrentar la pandemia, de los cuales unos 17.000 millones fueron transferencias directas.
El Banco Central y destacados economistas de todo el espectro político rechazan un cuarto retiro porque afirman que la economía ya recuperó los niveles previos a la pandemia y alertan sobre el incremento de la inflación, los créditos y las tasas de interés.
El Banco Central pronostica una inflación a fin de año de 5,7%, casi el doble del 3% de 2020.
La Superintendencia de Pensiones estima que unos 10 millones de afiliados podrían realizar un cuarto retiro por un monto cercano a los 17.000 millones de dólares. Además, calcula que los giros previos dejaron sin fondos en sus cuentas a unos 2,8 millones de afiliados, cifra que con otro giro se elevaría a unos 5,6 millones.
Las AFP fueron impuestas por la dictadura militar (1973-1990) en 1981, cuando el régimen pasó a empresas privadas la administración de los fondos de pensiones, exceptuados los de las militares, quienes perciben jubilaciones hasta cuatro veces mayores que el promedio de 260 dólares mensuales que recibe la mayoría de los chilenos. El sistema se basa en la capitalización individual de fondos durante la vida laboral, para lo cual se aporta obligatoriamente un 10% de los ingresos mensuales.