Un hombre aborigen está llevando al gobierno australiano a la Corte para argumentar que la población indígena debería tener acceso a sus pensiones antes que el resto de los australianos debido a que su esperanza de vida es de menos años.
Dennis Fisher, de 64 años, dijo el lunes que está actuando en beneficio de otros australianos indígenas.
“Muchos de los nuestros mueren jóvenes”, indicó Fisher. “Si yo puedo ayudar de alguna manera a mi gente, lo haré”.
El caso fue presentado en la Corte Federal de Melbourne el jueves pasado por el Servicio Legal Victoriano Aborigen, el Centro Legal de Derechos Humanos y el bufete jurídico multinacional DLA Piper.
El caso argumentará que la población indígena debería poder acceder a sus pensiones de manera anticipada para compensar la brecha en la esperanza de vida hasta que esa diferencia sea menor, explicaron los abogados de Fisher en un comunicado.
Los hombres indígenas tienen una esperanza de vida de 71 años y las mujeres indígenas de 75. Eso es 8,6 años menos que el resto de los hombres australianos y 7,8 años menos en el caso de las mujeres.
La edad mínima para recibir una pensión en Australia aumentará a los 67 años en julio de 2023, seis meses más de la edad actual y un año más que la edad establecida en julio de 2019. El gobierno está presionando para que una población envejecida se jubile más tarde.
Meena Singh, una abogada indígena y asesora sénior del Centro Legal de Derechos Humanos, señaló que el caso de Fisher se centra en la Sección 10 de la Ley de Discriminación Racial que defiende a un grupo de la población que tiene menos derechos que otro grupo.