NACIONES UNIDAS / AP
Es casi seguro que el Talibán de Afganistán no tendrá oportunidad de hablar ante la Asamblea General de la ONU este año.
El Talibán impugnó las credenciales del embajador del anterior gobierno de Afganistán, al que depusieron el 15 de agosto, y solicitó representar al país durante el debate general de la reunión. Afganistán será el último orador de la asamblea, que comenzó el martes y concluye el lunes.
El portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, dijo que, hasta el viernes, el embajador reconocido de Afganistán ante la ONU, Ghulam Isaczai, que representa al gobierno depuesto del expresidente Ashraf Ghani, está inscrito para hablar a nombre del país asiático.
La principal razón es que el comité de la Asamblea General que decide sobre las impugnaciones a las credenciales no se ha reunido y es altamente improbable que lo haga el fin de semana.
La portavoz de la asamblea, Monica Grayley, dijo el miércoles que el comité de nueve miembros se reúne habitualmente en noviembre y emitirá un fallo “en su debido momento”.
El Talibán, que asumió el control de la mayor parte de Afganistán el mes pasado mientras las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN se encontraban en las etapas finales de su retirada del país después de 20 años, alega que está a cargo ahora y tiene el derecho a nombrar embajadores.
En una carta dirigida al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el ministro del exterior recién nombrado por los talibanes, Ameer Khan Muttaqi, dijo que Ghani fue depuesto desde el 15 de agosto y los países del mundo “no lo reconocen más como presidente”.
Por lo tanto, Isaczai ya no representa a Afganistán, y el Talibán ha nombrado a Mohammad Suhail Shaheen como nuevo representante permanente ante la ONU, dijo Muttaqi.