Un muro de lava de hasta 12 metros (40 pies) de alto se abatió hoy contra un pueblo español, mientras los vecinos se apresuraban a salvar lo que pudieran antes de que la roca fundida destruyera sus hogares en medio de una erupción volcánica en la isla canaria de La Palma.
La lava seguía fluyendo desde el inicio de la erupción el domingo, y avanzaba despacio por las laderas hacia la costa. Todoque era el último poblado entre la lava y el Océano Atlántico. La Palma forma parte del archipiélago de Islas Canarias, situadas al noroeste de la costa continental africana.
La lava podría tomar varios días para cubrir los 2 kilómetros que quedan hasta la costa, dijeron expertos, pero las autoridades y los residentes locales no estaban arriesgándose, en medio de una actividad sísmica imprevisible.
Vecinos que confiaban en salvar algunas de sus pertenencias hacían fila en dos zonas designadas por las autoridades para ser escoltados al municipio. La lava avanzaba despacio en la distancia, a unos 120 metros (400 pies) por hora. El humo se alzaba al paso de la lengua de lava, que destruía todo en su camino.
Javier López dijo que la casa donde había vivido durante tres décadas parecía estar en el camino de la lava. Sus familiares y él se habían refugiado en casa de un amigo con unos pocos documentos, recuerdos familiares y objetos personales que pudieron llevarse cuando evacuaron el lunes.
«He metido toda una vida en mi furgoneta», dijo a The Associated Press mientras esperaba su turno para tratar de recuperar un vehículo que había dejado atrás y otros objetos de valor.
Mientras las coladas de lava avanzaban hacia la costa de la isla, más poblada, unas 1.000 personas fueron evacuadas el martes por la noche de Todoque, lo que elevó a unas 6.000 el total de personas desplazadas.
Las autoridades dicen que se avecinan más peligros, incluyendo más sismos y posiblemente nuevos flujos de lava, gases tóxicos, cenizas volcánicas y lluvia ácida. Cuando la lava, que está a más de 1.000 grados Celsius (más de 1.800 grados Fahrenheit) llegue a un cuerpo de agua podrían producirse explosiones, aludes y nubes de gas tóxico.
Mientras la ceniza caía sobre una vasta área, las autoridades le aconsejaron a la gente que mantuviese a sus niños adentro lo más posible debido a posibles dificultades para respirar.
La erupción volcánica y sus consecuencias inmediatas podrían prolongarse hasta 84 días, dijeron expertos el miércoles.
El Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN) dijo haber basado sus cálculos en la duración de erupciones previas en el archipiélago, que como en este caso incluyeron grandes coladas de lava y una actividad sísmica prolongada.
Desde que comenzó la erupción, ríos imparables de lava han consumido hasta 320 edificios, la mayoría viviendas, en una zona rural.
La lava cubre ahora 154 hectáreas, dice el Instituto.
Las evacuaciones preventivas han ayudado a evitar víctimas, aunque los daños a viviendas, infraestructuras y terrenos de cultivo son considerables, según las autoridades.
El volcán también ha expulsado cada día entre 8.000 y 10.500 toneladas de dióxido de azufre, que afecta a los pulmones, señala INVOLCAN.
La vida en el resto de La Palma, que tiene aproximadamente 35 kilómetros (22 millas) de longitud y 20 kilómetros (12 millas) de ancho, no ha sido afectada, y los turistas siguen arribando para iniciar sus vacaciones. El tráfico aéreo proseguía normalmente.
Las Islas Canarias son un popular destino turístico para los europeos debido a su clima moderado durante casi todo el año.