Los canadienses dieron al Partido Liberal del primer ministro, Justin Trudeau, una victoria en las elecciones parlamentarias, pero su intento por lograr la mayoría de los escaños de la cámara fracasó y casi repitió el resultado obtenido hace dos años.
Los Liberales lograron más representantes que cualquier otra formación. Trudeau, de 49 años, canalizó el estelar poder de su padre, el icono liberal y fallecido exprimer ministro Pierre Trudeau, en su primera victoria en las urnas en 2015 y ha llevado al partido a otros dos triunfos en las urnas desde entonces.
Los Liberales llevaban la delantera o se adjudicaron 156 escaños, uno menos que en su triunfo en 2019 y a 14 de los 170 que dan la mayoría en la Cámara de los Comunes canadienses.
Los Conservadores parecían repetir el resultado de las últimas presidenciales, con 121 representantes. El izquierdista Nuevo Partido Democrático mejoraría su resultado con tres representantes más para un total de 28, el Bloc Québécois mantendría sus 32 y los Verdes caerían a dos.
«Nos mandan de regreso al trabajo con un mandato claro para hacer que Canadá supere esta pandemia», afirmó Trudeau.
«Les escucho cuando dicen que solo quieren regresar a las cosas que quieren y no preocuparse por esta pandemia o una elección», agregó.
El primer ministro llegó a los comicios con un gobierno en minoría estable que no estaba bajo amenaza de ser derrocado.
La oposición fue implacable a la hora de acusar al mandatario de convocar una elección anticipada innecesaria — dos años antes de la fecha prevista — por sus ambiciones personales.
«Trudeau perdió su apuesta de lograr una mayoría, por lo que diría que esta es una victoria agridulce para él», afirmó Daniel Béland, profesor de ciencias políticas en la Universidad McGill en Montreal.
«Básicamente estamos de nuevo en la casilla de salida, ya que el nuevo parlamento en minoría será como el anterior. Trudeau y los liberales salvaron el pellejo y se mantendrán en el poder, pero muchos canadienses no querían esta votación de final de verano en plena pandemia y probablemente no están contentos con toda esta situación», agregó.
Trudeau apostó porque los canadienses no querían un ejecutivo conservador durante una pandemia. Canadá está entre los países con una mayor tasa de vacunación contra el coronavirus y su gobierno invirtió cientos de miles de millones de dólares en incentivar la economía durante los confinamientos.
El primer ministro alegó que el enfoque de los conservadores, que han sido escépticos a las cuarentenas y a la obligatoriedad de la vacuna, podría ser peligroso y afirmó que los canadienses necesitaban un liderazgo que creyese en la ciencia.