La nueva normalidad pandémica parece que llegó para quedarse. México volvió a iniciar los festejos por el Día de la Independencia con el principal zócalo del país vacío y un especial recuerdo a su pasado prehispánico.
Un minuto de silencio por las víctimas del COVID-19 –más de 3.5 millones de contagiados y una cifra real de muertes que se acerca a las 400,000– precedió los vivas a México y a sus héroes y el tradicional toque de campaña del presidente que recuerda el llamado a las armas que hizo Miguel Hidalgo para iniciar la lucha de 1810-1821 para lograr la independencia de España.
Por segundo año consecutivo, no hubo grandes ceremonias oficiales, pero algunos mexicanos festejaron más que el año pasado debido al alivio de las medidas sanitarias en todo el país y a que el 69% de la población adulta tiene ya al menos una dosis de vacuna. En la capital, por ejemplo, hace días que se reabrieron bares y cantinas, aunque con ciertas restricciones.
Sin embargo, la mayor plaza del país, donde otros años podían reunirse hasta 100,000 personas, solo tenía esta vez una maqueta del Templo Mayor. La instalación, junto con la iluminación de símbolos mexicas, fue inaugurada el 13 de agosto, cuando se cumplían 500 años de la caída de Tenochtitlan a manos de los españoles, una efeméride que ahora se conmemora como los cinco siglos de resistencia indígena.
«Vivan las culturas del México prehispánico», dijo Andrés Manuel López Obrador tras celebrar, entre otros valores, la libertad, la justicia, la honestidad y la soberanía.
Un espectáculo de luces y sonido proyectado sobre la maqueta recordó después los últimos años del imperio mexica y el inicio de la independencia, a lo que siguió la música y la tradicional pirotecnia.
El Día de la Independencia es formalmente el 16 de septiembre, pero desde hace más de un siglo el presidente da el «grito» la noche anterior.
El evento se celebra ininterrumpidamente desde 1847, cuando las tropas estadounidenses ocuparon la Ciudad de México durante la guerra entre los dos países.
Para el jueves está previsto el tradicional desfile militar en el que este año López Obrador estará acompañado por el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.