Naciones Unidas urgió el martes a la comunidad internacional y al sector privado a aportar fondos de forma urgente para ayudar a más de cuatro millones de centroamericanos en situación de pobreza y desplazamiento.
Líderes de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) destacaron en una reunión celebrada de forma virtual que los efectos del cambio climático y la pandemia de COVID-19 han agravado escenarios de falta de seguridad alimenticia en El Salvador, Guatemala y Honduras.
Por ese motivo hicieron un llamado para que países y el sector privado contribuyan a los 588 millones de dólares que se necesitan para implementar los Planes de Respuesta Humanitaria que Guatemala, El Salvador y Honduras emitieron junto a la ONU el mes pasado.
Ramesh Rajasingham, vicesecretario general para Asuntos Humanitarios y vicecoordinador de ayuda de emergencia en OCHA, habló en la reunión “del peligro de la inacción”.
“Con este apoyo que estamos pidiendo hoy podemos ayudar a la gente a salir de la pobreza y la desesperación,” dijo Rajasingham. “Podemos proteger a la gente y sus formas de vida, podemos hacer que se sientan más seguros, podemos asegurar que los niños gocen de un derecho a la educación, podemos ayudar a contener el impacto del cambio climático”.
Los Planes de Respuesta Humanitaria implican 156 millones de dólares para El Salvador, 210 millones para Guatemala y 222 millones para Honduras.
Los huracanes Eta e Iota devastaron el año pasado zonas de Centroamérica forzando el traslado de miles de personas. A ello se suma una pobreza que afecta a más de ocho millones de personas en la región, se dijo durante la reunión del martes. Los Planes de Respuesta Humanitaria aspiran a ayudar a la mitad de esa cifra a través de proyectos que potencien la economía a corto y largo plazo.
La violencia y la pobreza en El Salvador, Guatemala y Honduras han forzado durante años la huida de sus habitantes hacia Estados Unidos. Su llegada a la frontera sur estadounidense ha seguido en aumento en los últimos meses.
La ONU, especialmente con la participación de Estados Unidos, hizo en abril un primer llamado a la ayuda a Centroamérica. Desde entonces, la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris ha anunciado 310 millones de dólares en asistencia para Guatemala, El Salvador y Honduras.
“Estados Unidos urge a la comunidad internacional a unirse a nuestros esfuerzos para dar a los más vulnerables en Guatemala. El Salvador y Honduras la ayuda que necesitan y que esperan para el futuro”, dijo el martes el embajador Jeffrey DeLaurentis, representante alterno de asuntos políticos para la misión de Estados Unidos ante la ONU.
Líderes de la agencia de la ONU para los Refugiados también hablaron en la reunión, así como la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura.