Los legisladores demócratas de Estados Unidos eligieron a una republicana como vicepresidenta de la comisión que investiga el asalto al Capitolio el 6 de enero. Con ello, Liz Cheney quedó colocada en un puesto directivo mientras algunos miembros del bloque republicano amenazan con expulsarla debido a su aceptación.
Cheney, una crítica feroz del expresidente Donald Trump, ha respondido con actitud desafiante a las críticas de su propio partido al insistir que el Congreso tiene el deber de investigar el ataque, en el que cientos de seguidores de Trump se abrieron paso con violencia, irrumpieron en el edificio e interrumpieron la certificación de la victoria electoral del presidente Joe Biden.
«Le debemos al pueblo estadounidense investigar todo lo que condujo a y ocurrió el 6 de enero», dijo Cheney en un comunicado al tiempo que los demócratas anunciaban su designación el jueves. «No nos amedrentarán las amenazas y los intentos de obstrucción y no descansaremos hasta completar nuestra tarea», agregó.
Algunos republicanos encabezan los esfuerzos para expulsar a Cheney y al representante Adam Kinzinger de su bloque por haber aceptado sus designaciones al panel por la presidenta de la cámara, Nancy Pelosi.
Un borrador de carta del representante Andy Biggs al dirigente del bloque republicano Kevin McCarthy obtenido por The Associated Press califica a Cheney y Kinzinger de «espías para los demócratas» que no deben ser admitidos a las reuniones del bloque.
Cheney, que fue expulsada de su puesto de presidenta de la conferencia republicana, no se ha dejado arredrar por las críticas a pesar de enfrentar un desafío grave en las primarias de su estado. La hija del exvicepresidente Dick Cheney ha formado una insólita alianza con Pelosi para lo que considera una lucha existencial por su partido y por la democracia misma.
«Cada miembro de esta comisión se ha comprometido a realizar una investigación apartidista, profesional y exhaustiva de los hechos pertinentes al 6 de enero y la amenaza a nuestra Constitución que presenciamos ese día», dijo Cheney en su comunicado. «He aceptado el puesto de vicepresidenta de la comisión para garantizar el logro de ese objetivo».
En las reuniones a puertas cerradas de la comisión, Cheney ha trabajado en contacto estrecho con los demócratas para determinar la orientación de la pesquisa. El presidente de la comisión, Bennie Thompson, dijo en el comunicado en que anunció el nombramiento de Cheney que los demócratas son «afortunados al contar con una socia de tanta fuerza y valor» y que las ideas de Cheney han orientado los trabajos iniciales de la comisión.