Las llamas se extendían por las copas de los árboles y la vegetación afectada por la sequía mientras los bomberos trataban hoy de evitar que un creciente incendio en California llegara a una ciudad turística en el extremo sur del Lago Tahoe, después de que las órdenes de evacuación se expandieran a la vecina Nevada.
El denso humo del incendio Caldor envolvió la ciudad de South Lake Tahoe, que estaba prácticamente desierta en una semana de verano en la que normalmente estaría llena de turistas.
El Servicio Nacional de Meteorología advirtió de condiciones climatológicas hasta el miércoles con una humedad mínima y ráfagas de hasta 48 kilómetros (30 millas) por hora.
«Con esos vientos, al avanzar por el bosque creó lo que se llama una propagación activa de incendio de copas, en la que el incendio va de copa en copa de árbol», explicó Stephen Vollmer, analista de comportamiento de incendios para el Departamento de Bosques y Protección contra Incendios de California.
Las brasas caían hasta una milla por delante del fuego, lo que creaba nuevos focos, señaló. Las llamas llegaron a zonas del denso bosque que no habían ardido desde 1940 o antes, señaló.
El incendio estaba a 5 kilómetros (3 millas) de South Lake Tahoe el martes por la tarde, según dijo a KGO-TV el jefe de batallón de Cal Fire Henry Herrera.
El día anterior, casi 22 mil vecinos atascaron la principal carretera de la ciudad durante horas cuando se les ordenó marcharse.
Mientras tanto, en la estación de esquí Heavenly, en la frontera entre California y Nevada, las autoridades encendieron las máquinas de nieve artificial. El proceso aumentaba el nivel de humedad para frenar el avance del incendio, explicó a KPIX-TV Jed Gaines, jefe de batallón de bomberos.