Los científicos afirman que el calentamiento global aumenta la probabilidad de que se generen lluvias extremas como las que provocaron las mortales inundaciones repentinas en Europa occidental el mes pasado, aunque no está claro en qué medida.
Al menos 220 personas murieron en Alemania y Bélgica los días 14 y 15 de julio, cuando los arroyos desbordados se convirtieron en ríos turbulentos que arrasaron casas, carreteras y puentes, y provocaron daños por miles de millones de euros (dólares).
Un estudio publicado el martes por el organismo World Weather Attribution utilizó registros históricos y simulaciones informáticas para examinar cómo las temperaturas afectaron a las precipitaciones desde finales del siglo XIX hasta el presente.
Si bien el estudio aún no ha sido evaluado por científicos independientes, sus autores utilizan métodos ampliamente aceptados para realizar evaluaciones rápidas de fenómenos meteorológicos concretos como inundaciones, sequías y olas de calor.
El estudio reveló que en una amplia franja de Europa occidental -que se extiende desde los Países Bajos hasta Suiza- la cantidad de precipitaciones en un solo día aumentó entre un 3% y un 19% a lo largo del periodo analizado, durante el cual las temperaturas globales aumentaron en 1.2 grados Celsius (2.2 grados Fahrenheit).
Según los expertos, por cada grado Celsius (1,8 grados Fahrenheit) que se calienta el planeta, el aire puede absorber 7% más de agua. Cuando esa agua se libera, provoca lluvias más extremas.
El estudio, llevado a cabo por casi 40 investigadores de seis países europeos y de Estados Unidos, calculó que los aguaceros como los que causaron las inundaciones del mes pasado son ahora entre 1,2 y 9 veces más probables, y que esto aumentará aún más si el planeta sigue calentándose.
Por su parte, Frank Kreienkamp, del Servicio Meteorológico Aleman (DWD) y coautor del estudio, afirmó que los resultados respaldan los pronósticos de un reciente informe de la ONU sobre el clima.
«El ser humano está cambiando y calentando el clima de la Tierra», dijo. «Y con este calentamiento también estamos viendo un cambio en los extremos meteorológicos».
Los autores afirmaron que los daños y la pérdida de vidas que se han producido en esta catástrofe evidencian la necesidad de que los países hagan más para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero y se preparen para este tipo de catástrofes.
«Estas inundaciones nos han demostrado que ni siquiera los países desarrollados están a salvo de los graves impactos del clima extremo que hemos visto», dijo Friederike Otto, directora asociada del Instituto de Cambio Ambiental de la Universidad de Oxford. «Se trata de un reto mundial urgente y tenemos que dar un paso adelante. La ciencia es clara y lo ha sido durante años».