Un incendio forestal que lleva una semana ardiendo en el norte de California seguía creciendo fuera de control, en el que es uno de una decena de conflagraciones de gran magnitud que se han registrado en un estado azotado por la sequía y que han destruido cientos de estructuras y obligado a miles de personas a evacuar.
No había nada de contención el domingo del incendio de Caldor, que había arrasado con cerca de 399 kilómetros cuadrados (154 millas cuadradas) de árboles y arbustos en el norte de Sierra Nevada. La causa del fuego, que estalló el 14 de agosto, seguía bajo investigación.
Los bomberos esperaban sacar provecho de un clima más tranquilo y de temperaturas más bajas un día después de que las ráfagas de viento llevaran al incendio a través de la autopista federal 50, amenazando a más comunidades remotas en el condado de El Dorado.
Los vientos erráticos hicieron volar las brasas hacia las ramas secas, dando lugar a nuevos puntos de ignición y desafiando a los equipos que trataban combatir las llamas en un terreno accidentado.
«Sabemos que este incendio ha hecho cosas que nadie podía predecir, pero así ha sido la lucha contra los incendios en el estado este año», señaló Jeff Marsolais, supervisor en jefe del Bosque Nacional de El Dorado.
Varios incendios forestales de gran tamaño han incinerado por lo menos 700 viviendas, muchas de ellas en las comunidades de Greenville y Grizzly Flats de la Sierra Nevada o en sus alrededores. Alrededor de 13.000 residencias seguían bajo amenaza en localidades escondidas en bosques pintorescos.
Los incendios han consumido aproximadamente 6.000 kilómetros cuadrados (2.300 millas cuadradas) y han enviado humo hasta la costa este de Estados Unidos. Ardían en pasto, matorrales y bosque que están extremadamente secos luego de dos años de una sequía que probablemente se ha exacerbado por el cambio climático.
Nueve bosques nacionales de California han sido cerrados por la amenaza de incendios.
Al noroeste del fuego Caldor, el enorme incendio Dixie seguía expandiéndose. En cinco semanas, el incendio situado a 282 kilómetros (175 millas) al noreste de San Francisco, se ha convertido en el segundo más grande de la historia del estado y ha ennegrecido una zona que duplica el tamaño de Los Ángeles. Estaba contenido en un 37%.
California es uno de una decena de estados, la mayoría en el oeste de la nación, donde 94 incendios de gran tamaño ardían hasta el domingo, de acuerdo con el Centro Nacional Interagencial de Bomberos.
Los incendios se han intensificado a través del occidente de Estados Unidos, creando una temporada de casi todo el año que ha agotado a los bomberos. Los patrones de los incendios solían migrar por temporadas desde el suroeste hasta las montañas rocosas, y al noroeste del pacífico y luego a California, permitiendo que los equipos de bomberos se trasladaran de un lugar a otro, dijo Anthony Scardina, guardia forestal regional adjunto del Servicio Forestal de Estados Unidos.