Decenas de miles de personas aguardan nerviosamente en Afganistán para ver si Estados Unidos cumple su promesa de sacar de allí a sus ciudadanos y a los afganos que colaboraron con ellos.
La tensión va en aumento mientras helicópteros recogían a personas en diversas localidades lejos del aeropuerto de Kabul, donde trascendieron caóticas escenas de evacuaciones y donde los talibanes han erigido puestos de control vial.
Se está agotando el tiempo antes del plazo del 31 de agosto fijado por el presidente estadounidense Joe Biden para sacar de Afganistán a todas las tropas, y el viernes el mandatario no dio indicio alguno de estar pensando en prorrogarla.
Biden ha sido criticado a la luz de las escenas de caos y ocasional violencia en las afueras del aeropuerto, y en momentos en que numerosos afganos vulnerables temen que los talibanes, ahora en el poder, buscarán tomar venganza.
Bahréin anunció el sábado que permitirá que sus instalaciones de transporte sean usadas para las evacuaciones, ante reportes de que una base aérea estadounidense en Qatar ya está saturada de refugiados. Los retrasos causaron una interrupción de varias horas en los vuelos de salida desde el aeropuerto de Kabul.
Entretanto los Emiratos Árabes Unidos anunciaron que recibirán a un máximo de 5.000 afganos «previo a su partida a otros países».
Decenas de miles de intérpretes afganos y otros funcionarios, junto con sus familias, aguardan ser evacuados del país tras la súbita ofensiva con que el Talibán se adueñó del poder. La caída de Kabul marcó el final de la guerra iniciada con la invasión estadounidense, que fue en respuesta a los ataques de septiembre del 2001, tramados por el grupo terrorista al-Qaida desde suelo afgano.
El viernes, un funcionario militar informó que unas 5.700 personas, entre ellas unos 250 estadounidenses, fueron sacados de Kabul en 16 aviones de transporte C-17, bajo escolta de la presencia militar norteamericana que sigue temporalmente en el país y que pronto ascenderá a 6.000 efectivos. Los dos días previos, unas 2.000 personas fueron evacuadas cada día.
Las autoridades además confirmaron que helicópteros estadounidenses salieron del aeropuerto de Kabul para recoger 169 estadounidenses que buscaban ser evacuados. No se sabe con seguridad cuántos norteamericanos siguen en Afganistán, pero hay quienes dicen que suman unos 15.000.
Hasta ahora, 13 países han accedido a hospedar a los afganos vulnerables, al menos temporalmente, según el secretario de Estado Antony Blinken. Otros 12 han accedido a servir de punto de tránsito. Unos 300 evacuados llegaron la noche del viernes desde Qatar en la Base Aérea estadounidense de Ramstein en Alemania, uno de los puntos de tránsito para quienes están siendo trasladados a Estados Unidos, indicaron fuentes militares.
Pero la gran pregunta para muchos de los afganos que quedan en su país es, ¿dónde terminarán viviendo? Desde ya, países europeos que temen una repetición de la crisis migratoria de 2015 han indicado que los afganos que no ayudaron a los militares extranjeros deben ser ubicados en países vecinos. Las escenas en que individuos desesperados se aferraron a aviones en pleno despegue han incrementado las ansiedades de los europeos.