El canciller Serguei Lavrov habla en Moscú, Rusia. Foto La Hora/Sergei Ilnitsky/Pool Photo vía AP.

Rusia declaró el martes que “no tiene prisa” para reconocer el nuevo gobierno del Talibán en Afganistán y exhortó a realizar un diálogo que incluya a todas las fuerzas políticas del país.

El canciller Serguei Lavrov dijo que Rusia, “tal como todos los demás países… no tiene prisa” para reconocer el gobierno talibán. Al mismo tiempo, observó “señales alentadoras del Talibán, que ha declarado su deseo de formar un gobierno con la participación de otras fuerzas políticas”.

En Kabul, el Talibán proclamó una “amnistía” en todo el país y exhortó a las mujeres a unirse a su gobierno. Lavrov dijo que Moscú apoya “el inicio de un diálogo nacional inclusivo con la participación de todas las fuerzas políticas y religiosas en Afganistán”.

Por su parte, el embajador ruso en Afganistán dijo que mantuvo una reunión “constructiva” y “positiva” con representantes del Talibán en Kabul acerca de la misión diplomática de Moscú.

La reunión fue anunciada el día anterior por el enviado del Kremlin, Zamir Kabulov, quien dijo que el Talibán ya monta guardia en el perímetro exterior de la embajada.

El embajador Dmitry Zhirnov dijo a la TV estatal rusa el martes que la reunión “trató exclusivamente de la seguridad de la embajada”. Participaron “altos representantes del Talibán en la ciudad que aceptaban la rendición de los restos de las fuerzas de seguridad afganas autodisueltas”.

“La reunión fue positiva y constructiva”, dijo Zhirnov. “Los representantes del Talibán dijeron que el Talibán tiene la actitud más amistosa… hacia Rusia. Confirmaron las garantías de seguridad para la embajada”.

En 2003, Rusia designó al Talibán organización terrorista, pero desde entonces ha sido anfitrión de varias rondas de conversaciones, la más reciente de ellas en marzo, con la participación de la milicia.

Moscú libró una guerra de 10 años en Afganistán que culminó con el retiro de las fuerzas soviéticas, pero ha regresado en el terreno diplomático como mediador, buscando relacionarse con las distintas fracciones en pugna dentro del país al tratar de contrapesar la influencia de Washington.

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