Científicos de élite cubanos impulsaron la firma de una carta para el presidente de Estados Unidos, quien recientemente descalificó la competencia biotecnológica de la isla para enfrentar al nuevo coronavirus.
«Joe Biden se refirió a Cuba de forma pública como un Estado fallido y en esas mismas declaraciones descalificó la capacidad de nuestro país, de nuestro sistema de salud, del sistema de ciencias, de dar respuesta a los enormes desafíos que nos impone la pandemia», dijo el martes en conferencia de prensa Mayda Mauri Pérez, vicepresidenta de la corporación estatal BioCubafarma. «Abundan los datos para demostrar que esto que ha dicho el presidente de los Estados Unidos es totalmente absurdo», agregó.
Cuba logró el año pasado meses de relativo control de la emergencia sanitaria y su sistema de salud –aunque con carencias de infraestructura y medicamentos– cubre al 100% de la población.
Mauri aseguró a The Associated Press que la iniciativa surgió de una decena de científicos y se invitará a que también la firme BioCubafarma, donde trabajan 22.000 personas distribuidas en 32 fábricas de medicinas y vacunas. La misiva se publicará en internet la siguiente semana.
Según añadió, a la fecha se han producido 13 millones de vacunas contra COVID en la isla y, dado que ya se comenzó a inmunizar a niños y embarazadas, se espera tener al 100% de la población inyectada en septiembre. Cuba tiene 11 millones de habitantes y tras vacunarlos a todos se empezaría a comercializar el excedente.
Cuba es la única nación latinoamericana que produce sus propios antígenos, Abdala y Soberana 02, de las que ha aplicado 10 millones de dosis. Unos 2,6 millones de personas ya cuentan con las tres inyecciones previstas en el esquema.
La nación caribeña reporta el peor pico de pandemia y su sistema de salud al límite, sobre todo en las provincias centrales de Ciego de Ávila y Cienfuegos, aunque mejora en Matanzas. A la fecha acumula más de 475 mil contagios y 3.600 fallecidos.
Las declaraciones de Biden se produjeron a mediados de julio tras una inusual protesta antigubernamental en la isla. Según dijo, Washington consideraría ayudar con vacunas, pero «requeriría una circunstancia diferente o una garantía de que no se aprovecharía de ello el gobierno».