Una asistente que acusó al gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, de manosearla, dijo en su primera entrevista televisada que inicialmente tenía miedo de dar la cara porque le preocupaba que los «facilitadores» del funcionario la destruyeran si hablaba.
Brittany Commisso, asistente ejecutiva de Cuomo, detalló sus interacciones con el demócrata en una entrevista a CBS y The Times Union of Albany que se transmitió el lunes, el mismo día que un comité legislativo se dispone a sopesar posibles audiencias de juicio político contra el gobernante.
Commisso ya había hablado antes, primero en una entrevista anónima con el Times Union el invierno pasado, y luego como una de las 11 mujeres que dijeron haber sido acosadas sexualmente por Cuomo, cuyas acusaciones fueron detalladas en un informe de la fiscalía general del estado la semana pasada. También fue la primera mujer en presentar una denuncia penal contra Cuomo el jueves.
Pero hasta ahora, el público no había escuchado su propia historia.
«Tenía miedo de que, si tuviera que presentarme y revelar mi nombre, que el gobernador y sus facilitadores, como me gusta llamarlos, me atacaran brutalmente, mancharan mi nombre, como lo había visto y escuchado hacer antes a la gente», declaró Commisso, de 32 años.
Dijo que también quería proteger a su hija, pero que ahora quería hablar.
«No quiero que ella nunca tenga miedo de hablar», dijo Commisso. «No quiero que nunca le tenga miedo a ninguna persona en el poder, ni a un hombre ni a una mujer».
«Quizás para él, pensó que esto era normal. Pero para mí y las otras mujeres a las que les hizo esto, no era normal. No fue bienvenido y ciertamente no fue consensuado», dijo.
La entrevista se emitió mientras Cuomo enfrenta otro día difícil.
Decenas de demócratas, incluido el presidente Joe Biden, han instado a Cuomo a dejar el cargo. Aproximadamente dos tercios de los miembros de la Asamblea estatal han dicho que están a favor de un juicio político si Cuomo se niega a renunciar, según un recuento de The Associated Press. Solo se necesita una mayoría simple de votos para comenzar un juicio político.
La comisión judicial de la Asamblea se reunirá el lunes para discutir el destino de una investigación en curso sobre la conducta de Cuomo con las mujeres y de otros asuntos, incluido el uso de personal para ayudar con su libro, por el que firmó un contrato por 5 millones de dólares, y la decisión de su administración de no divulgar estadísticas completas sobre las muertes por COVID-19 en hogares de ancianos.
Además, el domingo su asistente principal, Melissa DeRosa, dejó el cargo diciendo que los últimos dos años habían sido «duros emocional y mentalmente».
El informe hecho público por la fiscal general del estado, Letitia James, señaló que DeRosa desempeñó un papel importante en el intento de proteger a Cuomo de las denuncias de acoso.
De acuerdo con la investigación, DeRosa participó en la entrega de memorandos al personal de los periodistas sobre Lindsey Boylan, la primera mujer que lo acusó públicamente de acoso. Los registros describían la salida de Boylan de la administración en medio de acusaciones de que había maltratado a su propio personal.
Por su parte, la líder de Time’s Up, Roberta Kaplan, renunció el lunes como asesora del gobierno de Cuomo. Ella es cofundadora del Time’s Up Legal Defense Fund, que ayuda a las mujeres que han sufrido acoso sexual y discriminación en el lugar de trabajo.