BANGKOK / AP
La policía antimotines usó cañones de agua, gas lacrimógeno y balas de goma para disolver el sábado una muchedumbre de jóvenes que protestaban contra el gobierno junto a una base militar en la que el primer ministro Prayuth Chan-ocha reside para reclamar su renuncia.
Los manifestantes lanzaron piedras, botellas y bengalas durante un choque de una hora en el área de Din Daeng en Bangkok, que estaba cubierta por humo.
La protesta fue encabezada por Juventud Libre, un grupo estudiantil que atrajo a centenares de miles de personas a sus marchas el año pasado. El grupo reclama la renuncia de Prayuth por su manejo de la crisis del coronavirus, en momentos en que el número de casos se dispara y el sistema de salud está abrumado. Prayuth ha recibido críticas debido a la lentitud del programa de vacunaciones.
Tailandia reportó un récord de 21.838 nuevos casos confirmados el sábado, con 212 muertes. Bangkok y las provincias colindantes han estado en encierro, incluyendo un toque de queda nocturno, durante semanas.
De acuerdo con los servicios de emergencia de la ciudad, cinco personas fueron hospitalizadas, incluyendo tres policías. La protesta concluyó en las primeras horas de la noche, pero los disturbios continuaron, con manifestantes enfrentados con la policía y lanzando objetos.
Los manifestantes demandan también que parte del presupuesto dedicado a la monarquía y a las fuerzas armadas sea empleado en la batalla contra el COVID-19.
La protesta del sábado inicialmente estaba planeada para un área cerca del Gran Palacio en el área vieja de la capital, pero cambiada al complejo del 1er regimiento de infantería, donde sigue viviendo Prayuth, un general retirado que tomó el el poder en un golpe de Estado en 2014.