Dos medios rusos y un grupo de ayuda legal respaldados por un conocido crítico del Kremlin cerraron ayer después que las autoridades bloquearan sus sitios web, en un nuevo movimiento del gobierno contra medios independientes, partidarios de la oposición y activistas de derechos humanos antes de las elecciones parlamentarias de septiembre en Rusia.
Otkrytye Media y MBKh Media, así como el grupo de asistencia legal Pravozashchita Otkrytki, anunciaron que cesaban sus operaciones tras los reportes de que sus sitios web habían sido bloqueados el miércoles por su supuesta relación con organizaciones «indeseables» en Rusia. Esa designación ilegaliza a un grupo y expone a sus miembros, partidarios y socios a ser procesados.
Las tres organizaciones tenían apoyo de Mikhail Khodorkovsky, un magnate ruso que se trasladó a Londres tras pasar una década en prisión en Rusia por acusaciones ampliamente consideradas como una venganza política por desafiar el mandato del presidente, Vladimir Putin. Las autoridades rusas han clasificado como «indeseables» varias organizaciones asociadas a Khodorkovsky.
Otkrytye Media dijo en un comunicado el jueves que había recibido una donación de Khodorkovsky pero nunca había trabajado con organizaciones «indeseables». Aun así, el medio indicó que cerraría porque «el riesgo para los empleados del proyecto es demasiado alto». La editora jefa de MBKh Media, Veronika Kutsyllo, mostró una posición similar y escribió en Facebook que no estaba «dispuesta a poner en peligro la libertad y las vidas de otras personas».
«Por desgracia, las autoridades no necesitan proyectos en medios que son críticos con lo que ocurre en el país. Cuanta más críticas hay, más corta es la vida de un proyecto. Pero al menos lo intentamos», indicó el comunicado de Otkrytye Media.
La abogada Anastasia Burakova, que trabajaba con Pravozashchita Otkrytki, dijo a la televisora Dozhd que «no había otra opción» más que cerrar el grupo.
Medios independientes, periodistas, partidarios de la oposición y activistas de derechos humanos en Rusia han sufrido una creciente presión antes de las elecciones del 19 de septiembre, consideradas como importantes para que Putin consolide su poder antes de las próximas presidenciales, en 2024.
El mandatario de 68 años, que lleva más de dos décadas en el poder, impulsó una reforma constitucional el año pasado que le permitiría mantenerse en el poder hasta 2036.