El gobierno de Daniel Ortega otorgó la nacionalidad nicaragüense al expresidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén, sobre quien pende una orden internacional de captura, según fue publicado el viernes en La Gaceta, el Diario Oficial de Nicaragua.
La publicación señala que además de Sánchez Cerén fueron nacionalizados su esposa, Rosa Margarita Villalta; su hija, Claudia Lissette Sánchez Villalta y su nieto, Juan Carlos Guardado Sánchez.
La resolución fue firmada por la ministra de Gobernación, María Amelia Coronel, el jueves 29 de julio, un día después de que el Juzgado de Paz número 2 de San Salvador emitiera una orden de búsqueda y captura internacional contra el exmandatario y otros nueve exfuncionarios acusados por presuntos delitos de corrupción.
La Constitución de Nicaragua prohíbe la extradición de sus ciudadanos.
La resolución señala que Sánchez Cerén cumplió con los requisitos y formalidades establecidas en la Carta Magna al ser centroamericano y tener residencia en Nicaragua, por lo que «gozará de los derechos y prerrogativas que las leyes le conceden y estará sometido a las obligaciones correspondientes”.
Se desconoce cuándo habrían ingresado al país el exgobernante y sus familiares. Sánchez Cerén no ha sido visto en público en Nicaragua recientemente.
De acuerdo con la Fiscalía salvadoreña, Sánchez Cerén habría recibido 530.000 dólares en sobresueldos irregulares cuando era vicepresidente durante el gobierno de Mauricio Funes (2009-2014). Funes huyó a Nicaragua en 2016 y obtuvo la nacionalidad nicaragüense en 2019. Ambos gobernaron El Salvador como representantes del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), partido históricamente vinculado al gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) de Nicaragua.