El presidente del gobierno español anunció hoy que las medidas para proteger a los sectores más vulnerables a las consecuencias económicas de la pandemia seguirán vigentes hasta octubre.
España, uno de los países más golpeados al inicio de la emergencia sanitaria, ha otorgado subsidios a los desempleados y licencias a las empresas que han debido cerrar para tratar de amortiguar una caída de su PIB de 11% en 2020.
Al prolongar una cuarentena nacional en marzo del año pasado, el gobierno decretó una serie de medidas sociales, como la prohibición de quitar servicios públicos a familias empobrecidas y una moratoria sobre los desalojos de los que se quedaron sin ingresos.
En una conferencia televisada el jueves para resumir los avances durante el primer año y medio de su coalición de izquierdas, el presidente Pedro Sánchez dijo que el llamado escudo social, que caducaba el 9 de agosto, seguirá vigente hasta el 31 de octubre.
El consejo de ministros aprobará el cambio la semana próxima, dijo Sánchez.
«Nuestra prioridad es combatir la desigualdad y la exclusión social», dijo. Añadió que las zonas rurales que pierden población son una de las prioridades de su gobierno: «El objetivo es que nadie se quede atrás, ni los territorios ni las personas.»
España enfrenta la paradoja de ser un líder mundial en inmunización, ya que el 55,7% de sus 47 millones de habitantes está vacunado, y a la vez tener una de las tasas de contagio más altas de Europa en las últimas dos semanas.
El contagio ha sido principalmente entre personas menores de 30 años, que en su mayoría aún no han recibido la inyección, aunque la velocidad de la propagación alcanzó una meseta en los últimos días. Las personas vacunadas también pueden contraer el COVID-19, aunque generalmente en forma atenuada.
El país ha registrado 4.3 millones de casos confirmados de COVID-19 y más de 81.000 muertes relacionadas con la pandemia.