Las autoridades rusas de salud aprobaron ensayar una combinación de la vacuna de AstraZeneca con la rusa Sputnik V en su lucha contra el coronavirus, según el registro nacional de pruebas clínicas aprobadas.
El pequeño estudio, que comenzó el 26 de julio y terminará hasta marzo del año entrante, abarcará 150 voluntarios y revisará la inocuidad de la mezcla de responder al virus y sus posibles efectos secundarios, según los documentos. Se realizará en cinco instalaciones médicas en Moscú y San Petersburgo.
AstraZeneca desarrolló su vacuna junto con la Universidad de Oxford. Sputnik V fue desarrollada por el estatal Centro Gamaleya de Moscú, con recursos del Fondo de Inversiones Directas de Rusia. Ambos usan una tecnología similar, inyectando un virus inocuo en el organismo para insertarle material genético de una proteína del COVID-19 a fin de provocar una respuesta inmunológica.
Las autoridades introdujeron el año pasado la vacuna Sputnik V, que implica dos inyecciones, pero también, aparte, ofrecieron la primera como una alternativa y la apodaron Sputnik Light.
Los creadores de la Sputnik V propusieron combinarla con la de AstraZeneca en noviembre, sugiriendo que ello haría más eficaz a la vacuna británica. AstraZeneca anunció un estudio de la mezcla en diciembre.
En mayo, sin embargo, un panel de medicina ética del Ministerio de Salud de Rusia suspendió el proceso de aprobación, pidiendo más datos.
Según la cuenta de Twitter de la vacuna Sputnik V, la aprobación dada por el ministerio esta semana ocurre en momentos en que se realizan ensayos similares en Azerbaiyán, Argentina y los Emiratos Árabes Unidos.
«Se están desarrollando otros ensayos de la Sputnik Light en otros países a fin de incrementar la eficacia de otras vacunas», expresaron los creadores de la Sputnik V en la cuenta de Twitter.
Rusia dio aprobación regulatoria a la Sputnik V en agosto del 2020. Hubo inicialmente algo de escepticismo a nivel nacional e internacional porque apenas fue probada en unas pocas personas. La revista médica británica The Lancet, sin embargo, publicó luego un artículo afirmando que otros ensayos habían arrojado buenos resultados, en que la vacuna mostraba tener una eficacia de 91%.