El humo y las cenizas de los enormes incendios forestales que arden en el oeste de Estados Unidos nublaron los cielos y desataron alertas de mala calidad del aire el miércoles en partes de la costa este del país, que padece los efectos de las conflagraciones a 4.023 kilómetros (2.500 millas) de distancia.
Los fuertes vientos llevaron el humo de California, Oregon y Montana al otro extremo del continente. La ciudad de Nueva York, Nueva Jersey y Pensilvania registraron neblina.
El mayor incendio forestal del país, en Oregon, creció a 1.595 kilómetros cuadrados (616 millas cuadradas), poco más de la mitad del tamaño de Rhode Island.
También arden incendios en ambos extremos de la Sierra Nevada de California, en el estado de Washington y en otras zonas del oeste del país.
El hecho de que el humo haya llegado hasta el este evoca lo sucedido el otoño pasado, cuando los enormes incendios que ardieron durante la peor temporada de incendios forestales en la historia reciente de Oregon ennegrecieron los cielos locales, pero también afectaron la calidad del aire a varios miles de kilómetros de distancia. En lo que va del año, Seattle y Portland se han salvado en buena medida de padecer mala calidad del aire.
A los habitantes de partes de Nueva Jersey, Pensilvania y otros estados del este que sufren de males cardíacos, asma y otros problemas de salud se les recomendó permanecer en espacios cerrados. Las alertas de mala calidad del aire en partes de la región seguirán en efecto hasta el jueves.
«Una de las cosas que hace que este evento sea tan notable es que el humo está afectando a una franja tan grande de Estados Unidos», dijo Jesse Berman, profesor adjunto en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Minnesota y experto en calidad del aire. «No se ven afectaciones tan focalizadas y que tal vez la parte norte del estado de Nueva York esté siendo afectada, sino que son varios estados de la costa este los que están recibiendo el impacto».
David Lawrence, meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología, dijo que, por lo general, el humo de los incendios forestales se disipa una vez que llega a la costa este, pero este verano «sigue bastante espeso».
En California, un incendio forestal que arde completamente fuera de control al sur de Lake Tahoe cruzó los límites estatales hacia Nevada. Se emitieron nuevas órdenes de evacuación voluntaria para partes del condado Douglas, Nevada.
El incendio Tamarack, iniciado por un rayo en el condado Alpine, California, ha arrasado con más de 168 kilómetros cuadrados (65 millas cuadradas). Según las autoridades, más de 1.200 bomberos combaten el fuego, que ha destruido por lo menos 10 estructuras.
En tanto, Oregon prohibió el miércoles todas las fogatas en tierras administradas por el estado y en terrenos estatales ubicados al este de la interestatal 5, una importante autopista que suele ser considerada la línea divisoria entre el oeste de la entidad, el cual es más húmedo, y el este más árido.
La regulación incluye las áreas donde suele autorizarse encender fogatas en zonas de acampar, al igual que el uso de velas y antorchas tiki. El uso de parrillas de gas propano se sigue permitiendo, pero el estado instó a los campistas a llevar comida que no requiera de calentamiento o cocción.
El incendio de Oregon ha causado estragos en el sur del estado, un área poco poblada, y se ha estado expandiendo a razón de unos 6 kilómetros (4 millas) diarias, avivado por las ráfagas de viento y el clima árido que ha convertido a los árboles y matorrales en un polvorín.
Las cuadrillas de bomberos han tenido que retirarse de las llamas por 10 días consecutivos, pues las condiciones son tales que las bolas de fuego saltan de la copa de un árbol a otro, los árboles explotan, las brasas vuelan a zonas secas y generan nuevos fuegos y, en algunos casos, el calor infernal provoca su propio clima de vientos cambiantes y rayos. Las inmensas nubes de humo y cenizas han alcanzado alturas de 10 kilómetros (6 millas) y se pueden ver a más de 161 kilómetros (100 millas) de distancia en el aire.