Cientos de trabajadores huyeron de negocios en el norte de Haití ayer después que unas manifestaciones en las inmediaciones de la ciudad natal del asesinado presidente Jovenel Moïse se tornaran violentas antes de su funeral.
Periodistas de The Associated Press vieron el cuerpo de un hombre que, según testigos, fue baleado en la comunidad de Quartier-Morin, la cual se ubica cerca de Trou-du-Nord, ciudad en la que creció Moïse. Se colocaron bloqueos en la carretera que une las dos comunidades para impedir temporalmente el ingreso y salida de vehículos, y en el horizonte podían verse densas columnas de humo.
Muchos trabajadores caminaban apresuradamente en fila india a lo largo del camino principal entre Quartier-Morin y Cap-Haitien, la ciudad en la que se llevarán a cabo ceremonias en honor a Moïse a partir del jueves, un día antes del funeral.
Las personas que huían de la zona indicaron que vieron neumáticos quemados y hombres armados que exigían justicia para Moïse. Una mujer, notablemente agotada, dijo que los hombres armados le dijeron «¡Fuera! ¡Fuera! ¡Fuera!», orden que fue obedecida por empleados con uniformes de todos colores, que se alejaron de la zona. La mujer se negó a dar su nombre por temor a represalias.
Abnel Pierre, trabajador del Parque Industrial Caracol, dijo que se vio obligado a caminar 45 minutos hasta su casa debido a que los bloqueos impidieron el paso del autobús que traslada a los empleados. Se negó a dar más declaraciones y siguió caminando a toda prisa rumbo a su vivienda al caer la noche.
Fueron las primeras manifestaciones violentas desde que Moïse fue asesinado en su residencia privada el 7 de julio. Los disturbios ocurrieron un día después de que Ariel Henry rindió juramento como el nuevo primer ministro de la nación, comprometiéndose a formar un gobierno provisional por consenso y a restablecer el orden y la seguridad.
En Puerto Príncipe, Martine Moïse, viuda del mandatario, realizó su primera aparición pública desde el sábado, cuando volvió sorpresivamente a Haití. Había estado convaleciendo en un hospital de Miami después de resultar herida en el ataque en el que su esposo perdió la vida.
Llevaba un vestido y mascarilla negros, y su brazo derecho colgaba de un cabestrillo del mismo color durante su reunión con funcionarios cerca del Museo del Panteón Nacional, en donde están realizándose ceremonias para conmemorar a su esposo. La capital permaneció en calma, en contraste con la comunidad del norte de Haití.
Las autoridades han informado de la detención de al menos 26 sospechosos como parte de la investigación del asesinato de Moïse, incluyendo a 18 exsoldados colombianos y a tres policías de Haití. Al menos siete policías de alto rango han sido colocados en confinamiento solitario, sin que se les haya detenido formalmente, indicó el martes el jefe de la policía, Léon Charles.