Las autoridades rusas proscribieron ayer una plataforma de periodismo investigativo y tildaron a sus periodistas de «agentes extranjeros», la más reciente de una serie de medidas contra la prensa independiente.
El portal Proekt ha publicado reportajes investigativos sobre presuntos hechos de corrupción y abusos por parte de las autoridades y de oligarcas vinculados al presidente Vladimir Putin.
La fiscalía rusa declaró ilegal a Project Media Inc., la plataforma con sede en Estados Unidos que publica Proekt, calificándola de organización «indeseable» que «presenta una amenaza a la seguridad y al orden constitucional de la Federación Rusa».
Además, calificó al director de ese medio, Roman Badanin, y a varios de sus reporteros como «agentes extranjeros».
El gobierno ruso ha declarado ilegales más de 30 empresas bajo una ley de 2015 que tipifica como delito ser miembro de una organización «indeseable».
Otra ley obliga a ONG y a individuos que reciban dinero del exterior a registrarse como «agentes extranjeros». Tal etiqueta en Rusia conlleva a un intenso escrutinio oficial y posee una connotación fuertemente peyorativa que desprestigia a quienes la reciben.
El mes pasado la policía registró los apartamentos de Badanin y de varios periodistas suyos justo cuando se disponían a publicar un reportaje sobre la presunta riqueza personal del ministro del interior Vladimir Kolokoltsev. Proekt publicó el reportaje tan pronto acabaron los allanamientos.
Las autoridades insisten en que los allanamientos respondían a un caso de difamación del 2017, a raíz de un documental sobre un empresario de San Petersburgo supuestamente vinculado a redes de crimen organizado.