Más de 30 personas murieron y decenas estaban desaparecidas hoy en Alemania y la vecina Bélgica después de que las fuertes inundaciones convirtieran arroyos y calles en caudalosos torrentes, arrastraran autos y derribaran algunos edificios.
Las tormentas de los últimos días en parte de Europa Occidental han desbordado ríos y embalses, lo que ha provocado inundaciones en terrenos ya empapados que no podían absorber más agua.
Las autoridades en el condado de Euskirchen, en el oeste de Alemania, reportaron el jueves ocho muertes relacionadas con las inundaciones. Las operaciones de rescate se veían complicadas por los cortes en los servicios de telefonía e internet en parte de la región, que está al suroeste de Colonia.
La policía en la ciudad occidental de Coblenza, por su parte, informó de 18 muertos en el condado de Ahrweiler. Se reportaron hasta 70 desaparecidos después de que varias casas se derrumbaran por la noche en el poblado de Schuld, en Eifel, una región volcánica de colinas y pequeños valles al suroeste de Colonia.
Docenas de personas quedaron atrapadas en los tejados de sus casas a la espera de ser rescatadas. Las autoridades utilizaban botes hinchables y helicópteros, y el Ejército alemán desplegó 200 soldados para asistir en la operación.
«Hay muertos, hay desaparecidos, hay muchos que siguen en peligro», dijo al Parlamento regional la gobernadora del estado de Rin-Palatinado, Malu Dreyer. «Nunca hemos visto un desastre semejante. Es realmente devastador».
Al otro lado de la frontera en Bélgica, el río Vesdre se desbordó y llenó de agua las calles de Pepinster, cerca de Lieja. La fuerza del torrente derribó varios edificios residenciales. La prensa local reportaba la muerte de cuatro personas en el este de Vesdre.
En la población oriental de Eupen, en la frontera con Alemania, un hombre murió tras verse arrastrado por un torrente, según dijo a la cadena RTBf un gobernador local. Otro hombre estaba desaparecido en el este de Bélgica, donde algunos pueblos registraron inundaciones sin precedentes que convirtieron los centros urbanos en ríos.
El agua cubrió tramos de varias autopistas importantes y el tráfico ferroviario del sur y el este de Bélgica quedó paralizado.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, prometió ayuda para los afectados.
«Mis pensamientos están con las familias de las víctimas de las devastadoras inundaciones en Bélgica, Alemania, Luxemburgo y Holanda, y con aquellos que han perdido sus hogares», tuiteó. «La UE está lista para ayudar».
El alcance de los daños en la región aún no estaba claro, después de que muchos poblados quedaran aislados por inundaciones y aludes de tierra que hicieron impracticables las carreteras. Videos difundidos en medios sociales mostraban autos flotando por las calles y casas medio derruidas en algunos lugares.
Muchos de los muertos no se descubrieron hasta que las aguas empezaron a ceder. Cuatro personas murieron en distintos incidentes después de que se inundaran sus sótanos en Colonia, Kamen y Wuppertal, según la policía. Una represa en Wuppertal corría riesgo de reventar, según las autoridades.
Las autoridades en el condado de Rin-Sieg, al sur de Colonia, ordenaron evacuar varios poblados bajo el embalse de Steinbachtal por temor a que la represa pudiera reventar.
Un bombero se ahogó el miércoles durante una operación de rescate en Altena, una ciudad en el oeste de Alemania, y otro se desmayó durante un rescate en una central eléctrica de Werdohl-Elverlingsen. Un hombre estaba en paradero desconocido en la población oriental de Joehstadt tras desaparecer cuando intentaba asegurar su propiedad ante las crecidas, según las autoridades.
Las conexiones ferroviarias se suspendieron en gran parte de Renania del Norte-Westfalia, el estado más poblado del país.
El servicio alemán de meteorología, DWD, esperaba que la lluvia remitiera el jueves, aunque aún podría haber más tormentas localizadas.
Las autoridades en la localidad holandesa de Valkenburg, situada en el sur cerca de las fronteras alemana y belga, evacuaron una residencia y un hospicio durante la noche en medio de unas inundaciones que anegaron la calle principal de la ciudad turística, según medios holandeses.
El gobierno holandés desplegó unos 70 militares en la provincia sureña de Limburgo para ayudar con tareas como el transporte de personas evacuadas y llenar sacos de arena mientras los ríos se desbordaban. No había reportes de heridos asociados a las crecidas en Holanda.
Las precipitaciones más intensas de lo normal también han causado inundaciones en el nordeste de Francia esta semana. Una línea de tren a Luxemburgo sufrió interrupciones y los bomberos evacuaron a docenas de personas de casas cerca de Luxemburgo y de la frontera con Alemania, así como en la región de Marne, según la televisora local France Bleu.
Algunas zonas han recibido en uno o dos días el equivalente a la lluvia de dos meses, según el servicio meteorológico francés. Con la tierra ya saturada, la agencia esperaba más aguaceros el jueves y activó alertas por inundación en 10 regiones.
Mientras tanto, se esperaba que zonas del norte de Europa alcanzaran los 30 grados Celsius (86 grados Fahrenheit) el jueves.
La noche del miércoles al jueves fue la más calurosa en la historia en Finlandia, según la empresa de meteorología Foreca, con una máxima de 24,2 grados Celsius (75,6 Fahrenheit).