Los estadounidenses que esperan viajar al extranjero este verano podrían tener que aplazar sus planes si es que necesitan un nuevo pasaporte o renovar el que tienen.
El Departamento de Estado señaló el miércoles que el tiempo de espera por un pasaporte es ahora de entre 12 y 18 semanas, incluso si se paga para acelerar el proceso. Eso se debe a los efectos de la pandemia de coronavirus, que causaron enormes interrupciones en el proceso de emisión de pasaportes en el país y en embajadas y consulados en el exterior.
Una funcionaria del departamento dijo que un retraso de entre 1,5 y 2 millones de pasaportes significa que las solicitudes presentadas en este momento probablemente no serán procesadas hasta el otoño.
Rachel Arndt, subsecretaria asistente de Estado para servicios de pasaporte, dijo que el departamento aumentará su personal, el cual fue reducido por la pandemia, en todo Estados Unidos, a medida en que se levantan las restricciones. Pero agregó que los estadounidenses que necesitan solicitar un nuevo pasaporte o una renovación deberán hacerlo con al menos seis meses de anticipación a la fecha de su viaje.
«Alentamos realmente a la gente a solicitar o renovar sus pasaportes al menos con seis meses de antelación para evitarse esos problemas de último minuto», dijo a reporteros.
Los departamentos de Estado y de Seguridad Nacional ya han tomado medidas para atenuar los problemas relacionados con estadounidenses que están en el extranjero con pasaportes vencidos y que buscan regresar al país.
Los departamentos anunciaron en mayo que los ciudadanos estadounidenses que se encuentran actualmente en el extranjero y cuyos pasaportes expiraron el 1 de enero de 2020 o después podrán utilizar sus documentos para reingresar a Estados Unidos hasta el 31 de diciembre del 2021. La medida no es aplicable a los viajes en un tercer país, a menos que sea una escala de tránsito.