El presidente brasileño Jair Bolsonaro estaba siendo evaluado el miércoles para una posible cirugía de emergencia por una obstrucción intestinal, informó su oficina.
Bolsonaro, de 66 años, fue ingresado al Hospital de las Fuerzas Armadas de Brasilia el miércoles por la mañana y se sentía «bien”, de acuerdo con un comunicado inicial que señalaba que los médicos estaban revisando su hipo persistente.
Pero horas más tarde, la oficina del mandatario informó que el doctor Antonio Luiz Macedo, el cirujano que operó a Bolsonaro luego de que recibió una puñalada en el abdomen durante la campaña electoral de 2018, decidió trasladarlo a Sao Paulo, donde será sometido a pruebas adicionales para evaluar si es necesario realizar una cirugía de urgencia.
El apuñalamiento le provocó daños intestinales y graves hemorragias internas, por lo que el mandatario ha tenido que someterse a varias operaciones desde entonces, aunque algunas de ellas no estuvieron relacionadas con el ataque.
Bolsonaro aparentemente ha tenido problemas para hablar en distintas ocasiones en las últimas semanas y dijo que padecía un hipo recurrente.
“Pido disculpas a todos los que me están escuchando porque he estado con hipo desde hace cinco días”, dijo el mandatario durante una entrevista con Radio Guaiba el 7 de julio. Insinuó que la causa podría ser un medicamento que le recetaron después de una cirugía dental. “Tengo hipo las 24 horas del día”, señaló.
Al día siguiente, durante su transmisión semanal por Facebook Live, Bolsonaro volvió a disculparse por no poder hablar bien debido al hipo.
Bolsonaro es objeto de una investigación legislativa en torno a su manejo de la pandemia de coronavirus y presunta corrupción en la compra de vacunas contra el COVID-19. Además, las últimas encuestas indican que podría perder las elecciones programadas para 2022.
El martes por la noche, durante una reunión de 20 minutos con sus seguidores, éstos le insistieron en que debía cuidar su salud.