El gobierno de Joe Biden invitará formalmente a los enviados de la ONU sobre racismo y derechos humanos a visitar Estados Unidos, en medio de un contencioso debate en el país sobre el trato a las minorías.
El Departamento de Estado anunció el martes por la noche que el gobierno emitirá una invitación a todos los enviados de la ONU, conocidos como reporteros especiales, que compilan información sobre raza y discriminación y la reportan al organismo mundial.
El secretario de Estado Antony Blinken saludó además que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, adoptara una resolución sobre el racismo contra los africanos y los descendientes de africanos.
En una declaración, Blinken dijo que el gobierno de Biden «está profundamente dedicado a lidiar con la injusticia racial y las iniquidades en el país y en el exterior».
Dijo que el gobierno estadounidense «liderará con el ejemplo» el escenario mundial al permitir el escrutinio internacional de sus problemas y confrontarlos públicamente.
Eso ocurre mientras los temas de justicia racial dominan en Estados Unidos y otras partes y son un marcado contraste con el desdén del gobierno de Donald Trump hacia las intervenciones de la ONU sobre el asunto.
Por ejemplo, Trump sacó a Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos por el trato hacia Israel y la presencia de numerosas autocracias entre los miembros. Su gobierno rechazó además las críticas de la ONU y sus enviados hacia sus políticas.
En una declaración, Blinken dijo que «grandes naciones como la nuestra no se esconden de sus problemas; los reconocen abiertamente y tratan de superarlos con transparencia». El mensaje pareció dirigido no solamente a una audiencia estadounidense, sino también a países como Rusia, China y otros que rechazan rutinariamente acusaciones de discriminación contra minorías.
«Al hacerlo, no solamente trabajamos para fijar un estándar para las respuestas nacionales a estos retos, fortalecemos además nuestra democracia y les damos nuevas esperanzas a los defensores de derechos humanos en todo el mundo», dijo.
Blinken dijo que como primer paso Estados Unidos invitó a una visita oficial al enviado de la ONU sobre formas contemporáneas de racismo y al enviado especial sobre asuntos de minorías. El funcionario agregó que más adelante se harán invitaciones a otros enviados de la ONU que lidian con asuntos de derechos humanos.