Cuba detectó al menos en una de sus provincias la variante Delta del coronavirus SARS-CoV-2, lo que podría estar asociado a un mayor contagio y una baja en la edad de las personas infectadas y con síntomas.
Ángel Batista Díaz, director de Salud de la provincial de Ciego de Ávila –en el centro del país– explicó en un reporte en la página de Facebook del periódico local, Invasor, circulando ayer, que de las muestras tomadas la última semana se confirmó la presencia en cuatro de ellas de la variante Delta, que fue identificada en India.
«No queremos infundir pánico, pero es importante entender que esta variante es altamente contagiosa, se estima que 3.5 veces más que el resto. Los estudios a nivel internacional indican que esta virulencia podría modificar hasta la distancia recomendada entre personas», expresó el galeno.
Cuba vive a nivel nacional un pertinaz rebrote de la pandemia y este fin de semana tuvo picos de contagios reportados en un día, algo no visto a lo largo de más de un año desde que se detectó la enfermedad en la isla: 2.698 el domingo y 2.589 este lunes, informó el director Nacional de Epidemiología, Francisco Duran.
Con ellos se suman 184.943 casos, de los cuales fallecieron 1.253 personas debido a COVID-19.
Batista Díaz, el funcionario de Ciego de Ávila, reconoció las dificultades que está atravesando su provincia a nivel de infraestructura.
«Hemos tenido que destinar los centros de aislamiento de contactos para sospechosos, y los contactos se están quedando en sus hogares. Sabemos que no es lo aconsejable, que es un riesgo muy grande, pero no tenemos más capacidades. Por eso recabamos la cooperación del pueblo en cumplir el aislamiento domiciliario correctamente», expresó Batista Díaz.
La variante Delta tiene síntomas propios no necesariamente relacionados con las vías respiratorias como diarreas y dolores musculares e impacto en la población más joven, dijo Batista Díaz.
Las autoridades cubanas continuaron con su campaña masiva de vacunación con sus propios antígenos, Abdala y Soberana 02 –que cuenta con una dosis de refuerzo de Soberana Plus-.
Según el Ministerio de Salud, al cierre del 25 de junio al menos 2,6 millones de personas recibieron una dosis, 1,8 millones tenían la segunda y 950.000 la tercera, según lo establece el esquema de vacunación contra COVID-19 establecido por la isla. Cuba tiene 11 millones de habitantes.
La isla es la única nación latinoamericana que desarrolló y produce candidatos vacunales propios. La campaña de inmunización incluso comenzó el mes pasado, antes de recibir las autorizaciones de emergencia –en base a los resultados de seguridad y eficacia de los primeros estudios clínicos– y dado el nivel de contagios alarmantes.
La semana pasada se informó que Abdala contaba con un 92,28% de eficacia y se espera los resultados para las Soberanas, aunque el director del Instituto Finaly, que creo, Vicente Vérez indicó que estimaba que esta podría ser de entre 85% y 95%.
Ahora, con las cifras de eficiencia y los resultados de los ensayos Fase III, también se iniciaron los trámites para la autorización de emergencia, así como estudios pediátricos.
Mientras, medios de prensa oficiales cubanos reportaron el domingo el inicio de la inmunización con 30.000 dosis de Abdala donadas a Venezuela. La intervención sanitaria se llevó adelante en el Distrito Capital de Caracas, indicó Cubadebate.
Se habilitaron tres vacunatorios en Ciudad Tiuna para inyectar a 10.000 personas por parte de los médicos cubanos que forman parte del programa Barrio Adentro, de colaboración entre las dos naciones.
Venezuela por su parte informó que se habían comprado además 12 millones de dosis de Abdala que serán entregadas en los próximos meses.