La Unión Europea impuso sanciones económicas a Bielorrusia hoy en respuesta a lo que llamó la «escalada de graves violaciones de los derechos humanos», entre ellas la detención del periodista Roman Pratasevich.
Los blancos de las sanciones son la economía y también el presidente Alexander Lukashenko y sus aliados.
Pratasevich, un periodista disidente, fue arrestado el 23 de mayo cuando los controladores aéreos bielorrusos ordenaron a un avión de la aerolínea Ryanair que volaba de Grecia a Lituania aterrizar en Minsk.
Las sanciones acordadas el jueves afectan a la industria de la potasa —un ingrediente común de los fertilizantes_, exportaciones de la industria del tabaco y derivados del petróleo.
«Se restringe el comercio de productos de derivados del petróleo, cloruro de potasio (‘potasa’) y bienes utilizados en la producción o manufactura de productos de tabaco», dijo la UE en un comunicado. También se prohíben las ventas a Bielorrusia de equipos y programas informáticos que se puedan usar para vigilar el internet y las comunicaciones telefónicas.
La UE ha elevado gradualmente las sanciones desde que Lukashenko —calificado de último dictador de Europa— ganó un sexto período en la presidencia en elecciones que el bloque considera fraudulentas.
El bloque de 27 naciones ha endurecido su posición desde el incidente de Ryanair y el presunto uso de migrantes para presionar a la vecina Lituania, que ha dado refugio a opositores bielorrusos y es una enérgica crítica de Lukashenko.