En todo Hong Kong, la gente hizo fila hoy para comprar la última edición impresa del último periódico prodemocracia que quedaba en el territorio.
El millón de copias de la última edición del Apple Daily se había agotado para las 8:30 de la mañana en la mayoría de los quioscos de la ciudad. El periódico anunció que cerraría después de que la policía congelara 2.3 millones de dólares en activos, allanara su oficina y detuviera a cinco importantes editores y ejecutivos la semana pasada, acusados de colusión con extranjeros para poner en peligro la seguridad nacional, otro indicio de que Beijing está estrechando su control sobre la ciudad semiautónoma.
El diario se había vuelto cada vez más combativo en los últimos años. Criticó a las autoridades chinas y hongkonesas por limitar las libertades de la ciudad, que no existen en la China continental, y las acusaba de renegar de la promesa de proteger esas libertades durante 50 años desde que Gran Bretaña cediera el control del territorio en 1997.
La presión sobre el periódico –y sobre las libertades civiles en Hong Kong- aumentó después de que las autoridades respondieran a las protestas masivas de 2019 con una amplia ley de seguridad nacional -empleada en las detenciones de trabajadores del diario– y reformaran la ley electoral hongkonesa para mantener las voces opositoras fuera de la legislatura.
«Este es nuestro último día, y última edición. ¿Refleja esto la realidad de que Hong Kong ha empezado a perder su libertad de prensa y libertad de expresión?», dijo un diseñador gráfico del Apple Daily, Dickson Ng. «¿Por qué tiene que acabar así? ¿Por qué ya no habrá un periódico Apple (Daily) en Hong Kong?».
El editor asociado Chan Pui-man recibió un gran aplauso cuando reunió al personal en la redacción el miércoles por la noche y les felicitó por su labor. El Apple Daily imprimió un millón de copias de su última edición, más de las 80,000 habituales. Aunque sigue habiendo medios prodemocracia en internet, era el único diario impreso de su clase que quedaba en la ciudad.
Un centenar de personas se reunió el miércoles por la noche bajo la lluvia ante el edificio del Apple Daily para expresar su apoyo mientras los empleados terminaban la última edición, haciendo fotos y coreando palabras de ánimo.
El jueves de madrugada, vecinos del vecindario de Mong Kok, en el distrito obrero de Kowloon, empezaron a hacer fila horas antes de que el diario llegara a los quioscos.
La edición del jueves mostraba en portada la imagen de un trabajador del Apple Daily saludando desde la oficina a los simpatizantes que rodeaban el edificio, con el titular «Los hongkoneses brindan un doloroso adiós en la lluvia, ‘Apoyamos al Apple Daily'».
El cierre del diario es «un día oscuro para la libertad de prensa en Hong Kong», dijo Thomas Kellogg, director ejecutivo del Georgetown Center for Asian Law.
«Sin el Apple Daily, Hong Kong es menos libre que hace una semana. El Apple Daily era una voz importante, y parece improbable que ningún otro medio pueda llenar su hueco, dadas las crecientes restricciones a la libertad de expresión y la libertad de prensa», señaló.