Gibraltar celebraba hoy un referéndum sobre la posibilidad de introducir excepciones a la prohibición del aborto en el territorio británico.
El aborto es ilegal en Gibraltar a menos que sea necesario para salvar la vida de la madre. Legalmente, está clasificado como «destrucción de la infancia» y se castiga con penas de hasta cadena perpetua. Es una de las leyes más restrictivas de Europa.
A los poco más de 23,000 votantes registrados del territorio británico se les pregunta si están de acuerdo con la decisión tomada por el parlamento en 2019 para permitir excepciones a la ley por motivos de salud.
Si sale adelante, el embarazo se podría interrumpir hasta la semana 12 de gestación si los médicos determinan que la salud física o mental de la mujer está en riesgo o si hay un «riesgo sustancial de que el feto sufra una anomalía letal».
Gibraltar es un pequeño territorio británico ubicado en el extremo sur de España. Muchos lugareños viven al otro lado de la frontera. En España, el aborto el legal, bajo solicitud previa, hasta la semana 14.
El ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, dijo que este era un «importante (…) referéndum fundamental sobre los derechos reproductivos de la mujer».
«Tengo muchas ganas de que sea un día que pase a la historia, sea cuál sea el resultado», dijo Picardo, líder del Partido Socialista Laborista, a reporteros.
La mayoría de los partidos políticos respaldan el voto por el «sí». Los responsables de las dos formaciones de la coalición de gobierno, los laboristas y el Partido Liberal, se han unido a Together Gibraltar para instar a los votantes a que respalden el cambio. El líder del principal partido de la oposición, Socialdemócratas de Gibraltar, está en contra de las modificaciones.
La pregunta que aparece en las boletas de los 15 centros de votación habilitados es «¿Debería entrar en vigor la Ley de Delitos (enmienda) de 2019, que define las circunstancias en las que se permitirá el aborto en Gibraltar?».
El resultado de la consulta se conocerá pasada la medianoche.
Alrededor del 80% de los gibraltareños son católicos, y el obispo de Gibraltar se ha pronunciado en contra de la propuesta de cambio.
El Movimiento Provida del territorio ha hecho campaña bajo el lema «Salve a los bebés. Vote no». El colectivo alega que, en la práctica, esto equivale a autorizar el aborto bajo demanda porque la cláusula de la salud mental puede usarse de forma inadecuada.
Activistas del grupo «Gibraltar por el Sí» sostienen que esta afirmación es «ridícula» y que las mujeres deberían tener derecho a decidir sobre la interrupción del embarazo, algo que, según insisten, debería estar cubierto por el sistema público de salud.
La consulta se aplazó en marzo del año pasado a causa de la pandemia del coronavirus.