Los trabajos de descontaminación en la isla de Taboga, de gran atractivo turístico y próxima a la entrada del Canal de Panamá por el Pacífico, continuaban ayer, una semana después de un derrame de una sustancia aún no precisada y que afectó principalmente el sector pesquero del lugar.
Las labores incluían la colocación de paños para absorber el material aceitoso y también barras para retener el derrame, así como la remoción de residuos sobre rocas en la playa cuando la marea está baja.
La isla había sido declarada libre del nuevo coronavirus hace un mes cuando las autoridades de Salud lograron vacunar a todos los habitantes mayores de 16 años y la isla no presentaba en ese momento ni un solo caso de la enfermedad. Taboga, que cuenta con unos 2,000 habitantes aproximadamente, se sustenta principalmente del turismo y de la pesca artesanal.
El administrador de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), Noriel Araúz, dijo el jueves tras recorrer la zona afectada que los primeros informes indican que la sustancia derramada y que contaminó playas de la isla es sentina, que consiste en líquidos aceitosos procedentes de tuberías de embarcaciones.
«No es un combustible pesado, así que las aguas de sentina fue lo que se encontraron contaminando aquí en la isla de Taboga», afirmó Araúz a periodistas. «No tenemos cifras, pero es un daño grande», subrayó refiriéndose al impacto ambiental en el lugar.
La AMP indicó que hasta el momento ha inspeccionado cinco embarcaciones que se encontraban fondeadas en el área a las cuales se le tomaron muestras para luego ser cotejadas con el producto que fue derramado.
Las sanciones para este tipo de contaminación de acuerdo a la legislación panameña que prohíben la descarga de hidrocarburos y otras sustancias contaminantes en las aguas navegables y el mar territorial de la República de Panamá, oscilan entre 100 a 200 mil dólares según la magnitud del daño que se ha ocasionado, según la AMP.
Cerca de Taboga está ubicada un área de fondeo o de espera de las naves antes de ingresar al Canal Interoceánico. Sin embargo, Araúz dijo que de acuerdo con testimonios de pescadores del área la mancha de contaminantes se vio venir desde el sur este de la isla, «así que podemos ya enfocar las investigaciones en esta área».
«Cuando llegamos nos sorprendimos porque encontramos turistas en la en la zona de playa», dijo Araúz.