Una inspección visual halló problemas en aproximadamente una tercera parte de la línea elevada del metro de la Ciudad de México, en la que un tramo se desplomó el 3 de mayo, dejando 26 muertos.
El estudio de la Línea 12 efectuado por el Colegio de Ingenieros Civiles abarcó los 12 kilómetros (7.5 millas) de vías elevadas, pero no la sección que se vino abajo.
Un informe previo dado a conocer el miércoles sobre la sección que se cayó encontró defectos de construcción que datan de cuando la línea se erigió entre 2010 y 2012, pero dichos defectos estaban ocultos y probablemente no habría sido posible detectarlos en una inspección visual.
Lo que los ingenieros sí vieron en el resto de la línea y que señalaron en el estudio divulgado el jueves fueron grietas en columnas y en vigas de soporte, riostras chuecas, filtraciones de agua de lluvia y vigas de metal que podrían no cumplir con los estándares debido a que fueron soldadas por la mitad o no estaban colocadas adecuadamente sobre amortiguadores de hule.
Los amortiguadores son necesarios en la Ciudad de México debido a los sismos, y las vigas deben contar con espacio para moverse sin golpear los soportes de concreto, algo que también se detectó que falta en algunos sitios.
El reporte indica que es necesario estudiar más los defectos que se encontraron, tal vez examinando muestras del concreto o estudiando las soldaduras. No consideró que los defectos sean extremadamente graves, pero sí recomendó que se estudien antes de la reapertura de la línea.
Los otros dos tercios de la Línea 12 parecen tener sólo el desgaste normal por el uso, señaló el informe.
Lo sorprendente es que, aunque algunos de los problemas podrían haberse derivado del uso normal o de terremotos, muchos de ellos eran claramente visibles y parecen ser errores que se remontan a la construcción inicial de esta línea plagada de problemas.
Algunas de las riostras —tirantes de metal cuyo fin es mantener las dos principales vigas de acero de la vía a una distancia uniforme— habían sido instaladas chuecas, o sin la estructura necesaria. Algunas de las vigas longitudinales habían sido soldadas en forma distinta a otras.
Una de las columnas de la vía elevada parecía haber sido construida a sólo centímetros de una columna que sostiene un paso a desnivel para automóviles que se ubica encima. Debido a que las columnas de concreto oscilan durante los sismos, podrían golpearse entre sí.
El informe del miércoles asignó gran parte de la culpa por el desplome a soldaduras deficientes de pernos que unían las vigas de soporte a la superficie de concreto sobre la que pasa la vía. Dicho informe también indicó que aparentemente no había suficientes pernos, y que el concreto vaciado encima de ellos podría haber sido defectuoso. Las soldaduras entre tramos de las vigas de acero también parecen haber sido realizadas deficientemente.
Debido a que el concreto se vacía encima de los pernos, no podían verse durante la inspección del jueves.
Los problemas hallados parecen avalar los reportes de que se apresuró la finalización del proyecto de forma que la Línea 12 pudiera ser inaugurada por el entonces jefe de gobierno Marcelo Ebrard antes de que concluyera su mandato en 2012. Ebrard es el actual secretario de Relaciones Exteriores de México.
La también llamada Línea Dorada, que costó 1.300 millones de dólares y es la sección más nueva de una amplia red de tren subterráneo inaugurada en 1969, registró problemas desde el principio: costó 50% más de lo previsto, sufrió repetidas demoras en su construcción y se vio afectada por acusaciones de fallas de diseño, corrupción y conflictos de interés.
El escándalo por el cierre forzado de la línea en 2014 —tan sólo 17 meses después de su inauguración— prácticamente mandó a Ebrard al exilio político. Fue rescatado por su jefe, el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador, quien lo había ayudado a ser jefe de gobierno en 2006 y lo resucitó políticamente al nombrarlo canciller en 2018.
A pesar del escándalo del metro, a Ebrard le fueron encargadas las gestiones de México para obtener vacunas contra el COVID-19, y solía ser considerado uno de los principales contendientes para reemplazar a López Obrador en 2024.
Eso fue hasta el accidente del 3 de mayo, en el que un tramo de la Línea 12 se desplomó junto con dos vagones con pasajeros.
Los expertos dicen que la línea tuvo problemas de diseño desde el principio. Curvas inusualmente cerradas en la ruta exacerbaron los problemas con el diseño de la vía.
Los vagones del metro golpeteaban y brincaban, y las vías comenzaron a ondularse. Los conductores tenían que disminuir la velocidad a tan sólo 5 km/h (3 mph) en algunos tramos. En 2014, la Línea Dorada tuvo que ser cerrada durante meses para que las vías fueran reemplazadas o enderezadas.
El tren subterráneo de la Ciudad de México, que da servicio a 4,6 millones de personas al día, nunca ha tenido lo que más necesita: dinero. Los precios de los boletos se mantienen en el equivalente a 25 centavos de dólar por viaje, una de las tarifas más bajas del mundo, por lo que el sistema nunca ha estado cerca de solventar sus propios costos y depende de enormes subsidios gubernamentales.