Debido a un rápido aumento de casos y hospitalizaciones por COVID-19, Sudáfrica ha vuelto a implementar restricciones a las reuniones públicas y a la venta de licor, informó el presidente Cyril Ramaphosa.
Las nuevas infecciones representan un riesgo para los Sistemas de Salud en varias partes del país, señaló Ramaphosa en un discurso televisado a nivel nacional.
Las hospitalizaciones por COVID-19 han aumentado 59% en las últimas dos semanas, según el mandatario. El promedio de siete días de nuevos casos en el país prácticamente se ha duplicado en las últimas dos semanas, de 6,69 casos nuevos por cada 100.000 habitantes el 31 de mayo a 12,71 casos nuevos por cada 100.000 habitantes el 14 de junio, según la Universidad Johns Hopkins.
«Ahora nuestra prioridad es asegurarnos de que haya suficientes camas de hospital, suficientes trabajadores de salud, suficientes respiradores y suficiente oxígeno para darle la mejor atención posible a cada persona que la necesite», dijo Ramaphosa.
«El gran aumento en nuevas infecciones significa que otra vez debemos imponer restricciones a la movilidad de las personas y las reuniones», agregó.
El toque de queda nocturno se extendió una hora y ahora será de las 10:00 de la noche a las 4:00 de la madrugada, mientras que las reuniones religiosas en interiores estarán limitadas a 50 personas. El número de personas que pueden reunirse para eventos sociales ha sido limitado a 50 personas al interior y 100 al exterior.
La venta de licor sólo se permitirá entre las 10:00 de la mañana y las 6:00 de la tarde de lunes a jueves.
Sudáfrica ha sido el país más golpeado por la pandemia en todo el continente, con un total acumulado de más de 1,7 millones de infecciones, incluidas 57.000 muertes, que representan casi 40% de todos los casos confirmados en África.
Las nuevas restricciones se implementan en un momento en que Sudáfrica también batalla para sostener una campaña de vacunación que se ha enfrentado a demoras por la escasez mundial de vacunas y la noticia de esta semana de que debe desechar 2 millones de dosis de la vacuna de Johnson & Johnson por haberse contaminado en la fábrica en Estados Unidos.