El abogado británico Karim Khan prestó juramento hoy como nuevo fiscal jefe de la Corte Penal Internacional y prometió comunicarse con naciones que no son miembros del tribunal para tratar de realizar juicios en los países donde se cometen delitos.
Khan, de 51 años, tiene años de experiencia en el derecho internacional como fiscal, investigador y abogado defensor. Sucede a la abogada gambiana Fatou Bensouda, cuyo período de nueve años finalizó el martes.
«La prioridad para mí y creo que es el principio del Estatuto de Roma, no es concentrarme tanto en dónde se celebran los juicios como asegurar que se lleven a cabo la búsqueda de rendiciones de cuentas y la erosión de la impunidad», dijo Khan luego de asumir. El Estatuto de Roma, de 1998, es el tratado que creó la CPI.
«La Haya misma debe ser una ciudad de último recurso», dijo. «Donde sea posible, debemos tratar de realizar juicios en el país o la región».
Khan dijo que quiere cooperar con países que no están entre los 123 Estados miembros para lograr justicia. Estados Unidos, Rusia y China no son miembros ni reconocen la jurisdicción de la CPI.
«Estoy convencido de que podemos encontrar terreno común en la búsqueda y el imperativo de asegurar que erradicamos el genocidio, los crímenes de lesa humanidad y los crímenes de guerra», dijo Khan.
Recientemente, Khan encabezó un equipo de la ONU que investigó atrocidades en Irak y dijo al Consejo de Seguridad el mes pasado que halló «pruebas claras y contundentes» de que extremistas del grupo Estado Islámico cometieron genocidio contra la minoría yazidi en 2014.
Khan ha defendido a varios acusados ante los tribunales internacionales, como el expresidente liberiano Charles Taylor y el vicepresidente keniano William Ruto. Los fiscales de la CPI desestimaron los cargos contra Ruto y el presidente Uhuru Kenyatta, acusados de estar implicados en la violencia postelectoral en su país.