Gran Bretaña postergó por cuatro semanas el levantamiento de las restricciones impuestas para frenar el contagio del coronavirus, en medio de temores por la propagación de la variante Delta.
Las restricciones seguirán en vigencia hasta el 19 de julio, confirmó el primer ministro británico Boris Johnson.
En conferencia con periodistas, el mandatario se expresó “confiado de que no necesitaremos más de cuatro semanas” a medida que más gente se vacuna, lo que podría salvar miles de vidas.
“Es sensato esperar un poquito más … es buen momento para dejar de pisar el acelerador porque creo que si somos cautelosos ahora tenemos la posibilidad, en las próximas cuatro semanas, de salvar miles de vidas al vacunar a millones de personas”, añadió.
El gobierno británico iba a levantar todas las restricciones sobre el contacto físico el lunes próximo. Muchos negocios, particularmente los relacionados a hospitalidad y entretenimiento, reaccionaron decepcionados ante la postergación de la fecha.
La variante Delta, detectada inicialmente en la India, es entre 40% y 80% más contagiosa que la variante regular, según estudios. Ahora conforma más del 90% de los casos en Inglaterra.
La comunidad científica británica le había implorado a Johnson errar por cautela y postergar el levantamiento de las medidas.
Para los negocios, especialmente los restaurantes y hoteles, es una noticia sombría. Los clubes nocturnos en particular han sido severamente golpeados, pues no han podido abrir desde marzo del 2020.
Al mismo tiempo, Johnson anunció un adelanto de la fecha en que se le permitirá la vacuna a todos los mayores de 18 años: en vez de finales de julio será el 19 de ese mes.
“Es inequívoco que las vacunas están surtiendo efecto y que la magnitud de la campaña de vacunación nos ha dejado en una posición incomparablemente mejor que en las olas anteriores”, destacó el mandatario.
Cuando Johnson inicialmente, en febrero, delineó el plan de cuatro fases para levantar las restricciones, fijó el 21 de junio como la fecha más temprana para levantar la prohibición a las congregaciones sociales. Sin embargo, en ese entonces enfatizó que no había nada grabado en piedra y que las decisiones se tomarán según los datos científicos lo permitan.