El presidente estadounidense Joe Biden llegó a la cumbre de la OTAN con el objetivo de consultar a los aliados europeos en cuanto a los esfuerzos de contraatacar acciones proactivas de China y Rusia mientras enfatizaba el compromiso de Estados Unidos a la alianza militar de 30 países que con frecuencia fue difamada por su predecesor Donald Trump.
La cumbre del lunes inicia cuando Biden intenta reunir aliados para lograr una mayor coordinación frente a China y Rusia, dos adversarios cuyas acciones en los frentes de economía y seguridad nacional se han convertido en prioridad para la Casa Blanca.
Poco después de llegar a la sede de la alianza, Biden se reunió con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y enfatizó el compromiso de Estados Unidos al Artículo 5 del acta constitutiva de la alianza, que explica que un ataque contra uno de sus miembros es un ataque contra todos y se responderá de forma colectiva.
«Consideramos el Artículo 5 como una obligación sagrada», dijo Biden. «Quiero que la OTAN sepa que Estados Unidos está ahí».
La Casa Blanca dijo que se prevé que el comunicado que será firmado por todos los miembros de la alianza al final de la cumbre de la OTAN integre un texto sobre una actualización del Artículo 5 para que incluya ciberataques, una cuestión cada vez más preocupante entre una serie de hackeos contra el gobierno de Estados Unidos y empresas en todo el mundo por hackers basados en Rusia.
La actualización especificará que si un miembro de la alianza necesita apoyo técnico o de inteligencia en respuesta a un ciberataque, podría invocar la cláusula de defensa mutua para recibir asistencia, según el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca Jake Sullivan.
El presidente inició su día reuniéndose con mandatarios de los países bálticos en el flanco oriental de la OTAN en relación con la «amenaza que representa Rusia», China y el reciente secuestro aéreo en Bielorrusia, según Sullivan. También se reunirá con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.