La Unión Europea expresó preocupación ayer sobre el uso por Grecia de un cañón acústico para alejar a migrantes de sus fronteras, ante la posibilidad de que el dispositivo viole las leyes de derechos humanos del bloque.
La Associated Press reportó que la policía fronteriza en Grecia está disparando andanadas de un ruido ensordecedor desde un vehículo blindado en la frontera con Turquía. El dispositivo acústico de larga distancia, o «cañón de sonido», puede alcanzar el volumen de una turbina de avión.
Es parte de una vasta red de barreras físicas y digitales experimentales a lo largo de los 200 kilómetros de frontera de Grecia con Turquía para impedir que migrantes entren a la UE sin autorización. Patrullas fluviales y de tierra están equipadas con focos y dispositivos acústicos de largo alcance.
El portavoz de la Comisión Europea Adalbert Jahnz dijo que la rama ejecutiva de la UE «nota con gran preocupación los reportes de prensa sobre este sistema de cañón acústico» y solicitará información a Grecia sobre su uso.
Jahnz dijo que aunque los países miembros de la UE tienen derecho a decidir cómo controlan sus fronteras, sus métodos «deben atenerse a los derechos fundamentales europeos, incluyendo el derecho a la dignidad».
«Las medidas deben ser proporcionales y respetar los derechos fundamentales, incluyendo los derechos de asilo y el principio de no regreso forzado de refugiados», dijo.
Ese regreso forzado está prohibido por las leyes de la UE y los tratados internacionales sobre refugiados