Guillermo Lasso se dijo listo para «recobrar la ilusión colectiva» a unos días de que asuma la Presidencia de Ecuador.
El Consejo Nacional Electoral le entregó ayer su credencial oficial de mandatario al igual que a Alfredo Borrero, quien asumirá como su vicepresidente. Ambos ganaron el balotaje del 11 de abril y asumirán el poder formalmente la próxima semana.
Lasso, un exbanquero de derecha de 65 años, acudió a la ceremonia acompañado de su esposa, sus hijos y su familia, entre otros 130 invitados.
Durante su discurso recordó su niñez y adolescencia en medio de la escasez económica que lo obligó a trabajar desde temprana edad para pagar sus estudios secundarios, momentos cuando se le quebró la voz.
«La credencial que hoy recibo simboliza toda esa confianza (popular). La acepto con absoluta humildad y declaro aquí, en este evento democrático, que haré todo lo humanamente posible para estar a la altura de tan soberano encargo», dijo.
Recordó que el 11 de abril «Ecuador cambió» luego de que durante más de diez años «muchos ecuatorianos vivieron con miedo del autoritarismo. Nos sentimos agredidos, intimidados, arrinconados. Quienes alzamos la voz para protestar sufrimos persecución y continuos vejámenes», aseguró en alusión al expresidente Rafael Correa (2007-2017), que constantemente atacaba y fustigada a cualquiera que pensara diferente.
Añadió que recibe la credencial de Presidente con el objetivo de «vamos juntos a levantarnos y restaurar la promesa de la democracia ecuatoriana, de un país que garantiza la oportunidad de vivir en libertad, bajo nuestros valores y principios, siguiendo nuestros propios sueños».
Para el 24 de mayo, en la sede de Asamblea en esta capital está prevista la ceremonia de transmisión del mando entre el presidente Lenín Moreno, que cumplió su mandato de cuatro años, y Lasso.