Al menos seis personas murieron en ataques aéreos israelíes en la Franja de Gaza, que destruyeron una gran vivienda familiar la madrugada de hoy. El Ejército dijo haber ampliado su rango de ataques sobre objetivos militares hacia el sur, mientras continuaba el fuego de cohetes lanzados desde el territorio gobernado por Hamas.
Los residentes revisaban las pilas de ladrillos, concreto y otros escombros donde antes estaba la casa de 40 miembros de la familia Al-Astal. Dijeron que un misil de advertencia había impactado el edificio en la población sureña de Khan Younes cinco minutos antes del ataque, lo que permitió escapar a todo el mundo.
Ahmed al-Astal, profesor universitario, describió las escenas de pánico antes del ataque, cuando hombres, mujeres y niños salieron huyendo del edificio, algunos a medio vestir.
«Acabábamos de llegar a la calle, sin respiración, cuando llegó el devastador bombardeo», dijo. «No dejaron más que destrucción, el llanto de los niños llenaba la calle (…) Esto está ocurriendo y no hay nadie para ayudarnos. Pedimos a Dios que nos ayude».
El Ejército israelí dijo haber alcanzado objetivos milicianos en torno a las localidades de Khan Younis y Rafah, y que un total de 52 aviones participaron en una ronda de bombardeos sobre 40 objetivos subterráneos durante 25 minutos. Una mujer murió y ocho personas resultaron heridos en esos ataques, según el Ministerio de Salud de Gaza.
La radio Al-Aqsa, gestionada por Hamas, dijo que uno de sus reporteros había muerto en un ataque aéreo en Ciudad de Gaza. Médicos en el hospital de Shifa dijeron que era uno de los cinco fallecidos que habían llegado el miércoles por la mañana. Entre ellos había dos personas a las que mataron misiles de advertencia que se estrellaron contra su apartamento.
Mientras tanto, los esfuerzos diplomáticos para buscar un alto el fuego ganaban fuerza, y la infraestructura de Gaza, ya debilitada por 14 años de bloqueo, se deterioraba con rapidez. El territorio palestino está gobernado por Hamas, un grupo islamista.
El gobierno de Joe Biden insta en privado a Israel a reducir sus bombardeos sobre Gaza, según funcionarios estadounidenses. También negociadores egipcios trabajaban para detener las hostilidades, y si bien no habían hecho progresos con Israel, eran optimistas sobre que la presión internacional obligaría al país a sentarse en la mesa de negociaciones, según un diplomático egipcio que habló bajo condición de anonimato para comentar los esfuerzos en marcha.
Pero no estaba claro si esos esfuerzos tendrían éxito, o cuándo podrían tenerlo. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo que Israel espera restaurar la tranquilidad «deprisa», aunque no descartó una nueva escalada.
«Puedes conquistarles, y esa posibilidad siempre está abierta, o puedes disuadirles», dijo a embajadores extranjeros. «Ahora mismo estamos inmersos en una enérgica disuasión, pero debo decir, no descartamos nada».
Los combates comenzaron el 10 de mayo, cuando Hamas lanzó cohetes de largo alcance hacia Jerusalén en apoyo de las protestas palestinas contra las agresivas intervenciones policiales en el complejo de la Mezquita de Al Aqsa, un disputado lugar de culto venerado por judíos y musulmanes, y por la amenaza de desahucio sobre docenas de familias palestinas a instancias de colonos judíos.
Al menos 219 palestinos han muerto en ataques aéreos, incluidos 63 niños y 36 mujeres, con 1.530 personas heridas, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no separa las cifras de civiles y combatientes. Hamas y el grupo Yihad Islámica dicen que al menos 20 de sus combatientes han muerto, mientras que Israel dice que la cifra es de al menos 130.
En Israel han muerto por ahora 12 personas por ataques de cohetes, incluido un niño de 5 años. Un cohete que cayó cerca de Gaza el martes mató a dos trabajadores tailandeses e hirió a otros siete. El Ejército israelí dice que también se lanzaron cohetes al paso peatonal de Erez y al cruce de Kerem Shalom, por donde se estaba llevando ayuda humanitaria a Gaza, lo que obligó a cerrar los dos accesos al territorio. Un soldado sufrió heridas leves en Erez, señaló el Ejército.
El Ejército israelí ha lanzado cientos de ataques aéreos que dice van dirigidos contra la infraestructura armada de Hamas, mientras que milicianos palestinos han enviado más de 3.700 cohetes a Israel, de los que unos 550 se quedaron cortos. Israel dice que sus defensas antimisiles tienen una tasa de intercepción del 90%.
Gaza se está quedando sin suministros médicos, combustible y agua. Más de dos millones de palestinos viven bajo un bloqueo de Israel y Egipto desde que Hamas arrebató el poder del territorio a fuerzas palestinas rivales en 2007. Unos 58.000 palestinos han huido de sus hogares.
Los ataques israelíes han dañado al menos 18 hospitales y clínicas y destruido un centro médico, según la Organización Mundial de la Salud. Casi la mitad de los medicamentos esenciales se han acabado.
El Ministerio de Salud de Gaza dijo haber recuperado varias vacunas contra el coronavirus después de que la metralla de un ataque israelí dañara el único centro de pruebas diagnósticas en el territorio, donde también se administraban cientos de vacunas. La actividad médica se trasladó a otra clínica.
La OMS señaló que el bombardeo de carreteras importantes, incluidas las que llevan al principal hospital, el de Shifa, han complicado los traslados de ambulancias y vehículos de suministro en una región que ya tenía problemas para combatir un brote de coronavirus.
El territorio estaba tratando de recuperarse de una ola de contagios en febrero, con 4.200 casos aún activos, explicó el doctor Majdi Dhair, responsable de medicina preventiva en el Ministerio. Al menos 986 personas han muerto de COVID-19 en Gaza, que sólo tiene suministros para vacunar a unos 55.000 de sus 2 millones de habitantes.
Entre los edificios derribados por ataques aéreos israelíes estaba el que alojaba las oficinas de The Associated Press y otros medios en Gaza.